Adapte su presentación a distintas culturas

Por ejemplo, en culturas de “primero los principios” (Francia, España, Alemania y Rusia, por ejemplo), la gente quiere entender el por qué detrás de las propuestas antes de avanzar a la acción. Debe explicar y validar el concepto que subyace su razonamiento antes de llegar a conclusiones y ejemplos. Y debería dejar tiempo para que la gente lo rete y debata.

Pero en culturas de “primero las aplicaciones” (Estados Unidos), la gente se enfoca menos en el por qué y más en el cómo. Presente su argumento yendo directo al punto. No tiene que dedicar mucho tiempo a explicar la teoría subyacente. Provea ejemplos prácticos de cómo funcionó en otras partes, y después discuta herramientas y próximos pasos.