Bienestar, el aspecto más importante para quienes están en busca de trabajo en 2026
viernes, 21 de noviembre de 2025
El equilibrio entre bienestar financiero, flexibilidad y crecimiento profesional se está volviendo la nueva fórmula de competitividad en talento
La retención del talento se volvió un frente estratégico y, en medio de la incertidumbre económica y las nuevas expectativas generacionales, las organizaciones están rediseñando cómo pagan, cómo acompañan y cómo cuidan a sus empleados. Ese ajuste no se limita al salario: hoy se habla de bienestar, autonomía y sostenibilidad financiera como un todo. En ese contexto, la retribución flexible está tomando un protagonismo que hace apenas unos años era impensado.
Una encuesta realizada por Deloitte menciona que la seguridad financiera se volvió un factor crítico para el bienestar laboral, pero casi la mitad de la generación Z (48%) y de los millennials (46%) dice no sentirse económicamente estable. A esto se suma que nueve de cada 10 trabajadores considera que el propósito es esencial para su bienestar, aunque no todos lo entienden igual: unos lo asocian con impacto social, otros con estabilidad y otros con nuevas habilidades que les permitan transformar su futuro.
Esa mezcla de necesidades ha llevado a que las empresas busquen fórmulas flexibles, sostenibles y capaces de equilibrar el dinero con el bienestar integral. La retribución flexible se convirtió en una de esas herramientas. Según una radiografía hecha por Betterfly, este modelo no solo crece, sino que ya forma parte del manejo cotidiano de los trabajadores. Muchas personas la usan para planear gastos, aliviar fin de mes o cubrir consumos diarios sin afectar su liquidez.
El desafío para las compañías es evidente. Un ejemplo es que, en julio de 2025, la inflación interanual en España fue de 2,7%. Aunque es menor a la de años anteriores, sigue afectando los bolsillos. La pregunta que empieza a repetirse en el sector empresarial es cómo ofrecer una mejora real sin aumentar los costos salariales.
La retribución flexible brinda una posibilidad clara: permite destinar parte de la nómina bruta a gastos exentos como transporte, alimentación, guardería o seguros de salud, lo que puede generar ahorros de US$1.498 a US$2.882 al año según el nivel de uso. Este mecanismo dejó de ser un complemento para convertirse en un pilar estratégico. El estudio de Betterfly muestra que 70% de los trabajadores activa los beneficios desde el onboarding y 82% utiliza la tarjeta flexible de manera recurrente, incluso semanal o diariamente. Los empleados buscan soluciones concretas que impacten su día a día y la retribución flexible parece haber encontrado su lugar en esa necesidad. Más de 85% opta por la tarjeta restaurante o transporte, seguida del seguro de salud (43%), el cheque guardería (21%) y la formación (10%).
Los beneficios ligados a gastos cotidianos son los más valorados porque alivian la liquidez mensual, pero también crecen los asociados al bienestar y al desarrollo profesional, especialmente entre perfiles jóvenes que buscan una relación laboral más flexible y enfocada en su crecimiento. En paralelo, la relación entre bienestar integral y compromiso organizacional es cada vez más evidente. Según el estudio Better Work 2024, las empresas que promueven activamente el uso de beneficios duplican el nivel de compromiso de sus equipos, pasando de 20% a 55%. Esta correlación no es menor en un contexto donde la rotación laboral se ha vuelto un desafío estructural.
Darcio Fuentes, gerente técnico de Adecco Colombia, señala que “en un contexto como el colombiano, que completa casi cuatro años con una inflación persistentemente elevada, el peso del salario bruto adquiere una relevancia determinante”. Esa presión sobre el ingreso ha cambiado las prioridades de los trabajadores en todos los rangos de edad.
Fuentes agrega que, de cara a 2026, las preferencias laborales presentan patrones claros, ya que “los candidatos están priorizando nuevamente la remuneración directa y la estabilidad, porque las condiciones económicas y electorales han aumentado la percepción de incertidumbre”. Y aunque reconoce la importancia del salario emocional, insiste en que no puede reemplazar la necesidad de asegurar estructuras salariales competitivas y coherentes con el mercado.
Ese panorama explica por qué la retribución flexible está ganando terreno: ofrece alivio económico sin sumar carga salarial. Fuentes también señala que la búsqueda de flexibilidad se ha vuelto transversal. “La posibilidad de trabajar bajo esquemas híbridos o remotos al menos 50% del tiempo se convirtió en un factor decisivo, especialmente en ciudades donde los desplazamientos son más largos”, señaló. Este tipo de dinámicas muestra que la compensación ya no puede verse como un paquete estático, sino que tiene que adaptarse al entorno y al estilo de vida.
De cara a 2026, el reto será avanzar hacia modelos cada vez más personalizados. Los datos de Betterfly indican que el futuro pasa por paquetes flexibles, medibles y construidos según las etapas de vida de cada persona. No es lo mismo lo que necesita alguien que está empezando su carrera que un trabajador con familia o una persona que se acerca al retiro.
Las empresas que adopten estas estrategias serán las que logren diferenciarse. El equilibrio entre bienestar financiero, flexibilidad y crecimiento profesional se está volviendo la nueva fórmula de competitividad en talento, y está significando mucho más para los nuevos aprendices.
Las empresas deben adoptar estrategias de bienestar para sus trabajadores
Un estudio realizado por Forbes afirmó que las empresas que adoptan estrategias de bienestar (como pausas activas, trabajo flexible o programas de salud mental) registran un aumento de 21% en el rendimiento y una reducción de 35% en licencias médicas por estrés; firmando un mejor ambiente laboral. “Las organizaciones que entienden que el bienestar no es un lujo, sino un activo, son las que mejor retienen talento y logran innovar”, mencionó Juan Gabriel Cendales, director ejecutivo de LaCardio.