Conozca las características del jefe que cualquier equipo de trabajo quisiera tener
lunes, 13 de abril de 2015
Ripe
Imagine que tiene la oportunidad de construir al jefe perfecto. ¿Qué rasgos le parecerían imprescindibles y qué hábitos eliminaría de esa lista?
Según Paco Muro, presidente de Otto Walter, los equipos buscan en sus responsables “profesionales a los que respetar, que consigan buenos resultados y logren que todo funcione mejor y se trabaje a gusto”. Una tarea nada sencilla. Pero nadie dijo que encontrar a un mirlo blanco fuera fácil.
Genoveva Vera, coach y experta en liderazgo, reveló cinco características que todo jefe perfecto debería tener, según sus empleados: “interés por las personas de su equipo, por su desarrollo profesional y sus circunstancias personales; capacidad de gestión del talento para adecuar a cada colaborador en el puesto que estimule sus puntos fuertes y fomente posibles sinergias en lugar de competitividad; saber motivar a sus equipos; habilidad para guiar y dirigir a su plantilla con firmeza, pero con apertura mental; y que genere confianza”.
Básicamente, aseguró Mario Allende, consultor sénior de la división comercial de Page Personnel, “lo que buscan los trabajadores es un jefe que sea un ejemplo a todos los niveles y que les haga sentirse valorados”. También necesitan, indicó Noelia de Lucas, directora comercial de Hays, “alguien cercano con quien compartir problemas y soluciones, así como la estrategia del negocio”. Pero, cuidado con extralimitarse con la confianza o considerarla incompatible con la disciplina porque, como apunta De Lucas, en toda relación responsable-colaborador siempre llega el momento en el que el jefe debe tomar decisiones con las que el empleado puede no estar 100% conforme, pero que deberá acatar.
De qué huir
Una relación sana entre el líder de un equipo y su plantilla se basa en el equilibrio. Y, aunque suene muy repetitivo, la mayoría de las veces este vínculo se rompe cuando el responsable peca de arrogancia y prepotencia. “Los colaboradores huyen de los líderes con los que no aprenden nada. También de aquellos que anteponen sus intereses personales a los de la organización, de los individualistas, de los jefes que no tienen visión, de los irrespetuosos”, enumeró Allende.
En definitiva, de “toda esa fauna directiva que resta y que parece depender de líderes que les consienten estas actitudes”, exclamó Muro.
Esta clase de jefe es el que deja escapar el talento, y no es mucho mejor de aquel que no sabe tomar buenas decisiones y acaba actuando como un pelele a ojos de su plantilla. Un líder que, tal y como definió Genoveva Vera, “busca agradar a todos sus colaboradores, toma decisiones que solo favorecen al núcleo duro de su equipo para evitar problemas y al que se le suele perder el respeto”.
En definitiva, el equipo busca líderes a los que respetar y que reconozcan el mérito.