Alta Gerencia

Deje de intentar controlar a los empleados o de ponerlos contentos

El problema es que en una era de creciente complejidad ambas están desactualizadas. Deje de intentar controlar a la gente o de hacerla feliz; en cambio, dé a sus empleados más autonomía y fomente que trabajen unos con otros. Empiece entendiendo qué hacen sus empleados y por qué lo hacen, y fomente la cooperación dando a la gente poder e interés para hacerlo. Si incrementa la cantidad total de poder (en lugar de reacomodar el poder existente), si crea circuitos directos de retroalimentación y si premia a los que cooperen, los empleados se sentirán liberados y empoderados para hacer juicios críticos e idear soluciones creativas a problemas.

Fuente: Stop Trying to Control People or Make Them Happy, de Yves Morieux y Peter Tollman.