Enfóquese en la autocompasión

Desde hace mucho se ha considerado que la autoestima es el cimiento del éxito individual. Pero una autoestima alta tal vez no sea tan buena como dicen. Pensar que uno mismo es excelente (cosa que por supuesto así es) viene con la presión de estar a la altura de esta imagen propia.

Podría vivir bastante aterrorizado a cometer errores y, aún peor, podría sentirse devastado cuando los cometa. De cara a un reto, no tiene que creer tanto en su propia brillantez como sí necesita enfrentar sus fallas. Desarrolle autocompasión, una disposición para ver sus propias limitaciones con amabilidad y comprensión. Con un sentido realista de sus propias habilidades y acciones, puede identificar qué hay que hacer distinto la próxima vez. Ser perfecto no lleva al éxito, pero sí ser capaz de evitar el mismo problema dos veces.