Es necesario evaluar su junta directiva
lunes, 4 de febrero de 2013
Fanny Himmelstern
Los casos actuales de desfalcos y manejos indebidos de dineros que se conocen a través de los medios de comunicación y que han mostrado que importantes cargos en las empresas desde gerencias y presidencias, hasta miembros muy prestantes de juntas directivas, se han visto involucrados en este tipo de prácticas, hacen que se empiece a reflexionar seriamente en el papel de las juntas directivas, sus funciones y responsabilidades.
El tema del ‘Buen Gobierno Corporativo’ surgió a raíz de las denuncias que se hicieron años atrás sobre casos empresariales como el de la compañia Enron. La respuesta a estos manejos financieros indebidos fue desarrollar legislaciones más cercanas a valores éticos en donde todos los miembros de la organización se comprometen con principios éticos y de transparencia.
Todo esto ha venido involucrando a los miembros de las juntas directivas que debe tener el rol fundamental de cuidar que esa ética y transparencia se cumpla para beneficio de toda la organización.
Pero ¿qué son las juntas directivas y cuáles son sus funciones? De acuerdo con las definiciones que han desarrollado algunas firmas consultoras como Governance Consultants, se resume: “Una junta directiva es un órgano societario encargado por los accionistas para dirigir y controlar la compañía, en función de los intereses de los propietarios y en congruencia con los intereses de los llamados ‘stakeholders’ o grupos de interés para asegurar el crecimiento del patrimonio y la sostenibilidad de la empresa”. Así mismo, la función principal será la de generar valor y controlar la gestión de la compañía.
Una junta directiva debe resolver situaciones donde surgen discusiones y existen diferencias de intereses y debe dar soluciones que en algunos casos no satisfacen a todos los interesados, lo que permite reconocer que en su rol, deben buscar el equilibrio y conseguir siempre que se desarrolle una buena administración.
Viendo lo anterior, la importancia que cobran hoy en día las juntas directivas es cada vez mayor en la medida es que sus miembros deben asumir con responsabilidad el papel que les corresponde.
Sin embargo, se escucha con alguna frecuencia que en muchas entidades o empresas es muy poco lo que aportan las juntas directivas, e incluso critican repetidamente que se convierten en reuniones poco productivas.
En casos como este, es necesario establecer lineamiento de evaluación y mecanismos que permitan la efectividad y la contribución real que una junta directiva debe proporcionar a su empresa.
Las circunstancias actuales que viven las economías de todos los continentes, en donde cada día tiene más importancia el cuidado que se tenga del desarrollo financiero y sostenible de las organizaciones tanto públicas como privadas, hace sea muy relevante el cuidado en el nombramiento adecuado de los integrantes de una junta directiva y al mismo tiempo se revise el papel individual y en equipo que desarrollan cada uno de los miembros para que se logre una contribución eficiente y real para el beneficio de la compañía.
En este sentido es recomendable que sean evaluadas con cierta frecuencia, por lo menos anualmente, y que estas se hagan conforme a los lineamientos y reglamentos previamente estipulados y acordados, ya que en la mayoría de los casos el poder de las juntas directivas es bien amplio.
El Código de Comercio en su artículo 438 es muy genérico al establecer “… Salvo disposición estatutaria en contrario, se presumirá que la junta directiva tendrá atribuciones suficientes para ordenar que se ejecute o celebre cualquier acto o contrato comprendido dentro del objeto social y para tomar las determinaciones necesarias en orden a que la sociedad cumpla sus fines.”
Esta y otras reglamentaciones estipuladas, demuestran el poder que tienen las juntas directivas y la importancia de acogerse a lineamientos de Buen Gobierno Corporativo con el fin de garantizar el sano desarrollo empresarial y la posibilidad de acceder a miembros de juntas directivas que den real apoyo y direccionamiento a las organizaciones a las que pertenecen.