Laboral

Establecer contactos y otras nueve claves de Norman para los negocios

Sony Pictures

Es necesario reconocer con quién compartir la información sensible de su compañía

Lilian Mariño Espinosa

La más reciente película del director, Joseph Cedar, relata el trabajo de Norman Oppenheimer, un solitario “fixer” de Nueva York, que busca sacar algún beneficio mediante la identificación de contactos y la consecución de favores a personas influyentes.

El nombre completo del filme es “El moderado ascenso y la trágica caída de un intermediario de Nueva York”, película que más allá de entregar consejos a propósito de la vida del personaje principal, permite obtener aprendizajes de cara a evitar caer en lugares comunes que, normalmente, hacen que un negocio fracase.

Norman es entonces una superposición de virtudes que pueden llevar al éxito, pero al ser combinadas con errores derivan en la frustración de las mejores intenciones, o en una materialización en forma desatinada para los intereses de un emprendedor.

La primera clave de esta película es la importancia de establecer redes. El personaje interpretado por Richard Gere, deja muy claro cómo en la búsqueda del éxito empresarial es indispensable relacionarse con las personas adecuadas. El éxito del empresario es saber identificar y conectar a estos individuos.

El segundo elemento es estudiar bien a sus clientes. No le quite valor a lo que puede ser un buen estudio de mercadeo, ya que este le puede dar pistas de cuál es la mejor manera de acercarse a sus potenciales compradores. En la película, Norman logra encontrar la mejor manera de acercarse a quien será su mejor cliente, evaluando sus necesidades y deseos.

La tercera es saber cuándo expandirse, y para esto es necesario que se documente bien o reciba buena asesoría ya que es un punto crucial en un negocio. Ante esto, el profesor experto en empresas de la Universidad Nacional, Carlos Rodríguez, señaló que más que de la película, se ve la similitud con las máximas del clásico de Sun Tzu, El arte de la guerra, que evidencia que no se deben dar batallas que se sepa que no se van a ganar, y también ver que no ganando 100 batallas se gana una guerra. “El consejo es: conozca su firma y sus capacidades, porque muchas veces las oportunidades se miden en los recursos a su alcance y no en los recursos disponibles. Es decir, solo conociendo el alcance de una compañía se entienden las oportunidades y cómo hacerse invencible en estas”.

El cuarto consejo es conocer cuándo se debe invertir, no solo en el negocio, sino en oportunidades que lo rodean. En muchos casos las inversiones se deben concretar en eventos sociales que atraerán clientes y contactos.
De ese punto también nace el quinto consejo, y es estudiar hacia dónde se está moviendo el mercado y encontrar “influencers” que mejoren las perspectivas de su compañía.

La sexta clave es tomar riesgos. A pesar de que suene aventurado, el consejo es que no se acostumbre a un nicho por miedo a crecer. Con análisis serios, siguiendo el instinto que surge del conocimiento y analizando sus probabilidades, no será equivocado ampliar las fronteras.

LOS CONTRASTES

  • Carlos RodríguezInvestigador U. Nacional

    “Invitaría a una relectura de las 13 máximas del Arte de la Guerra, pensándolo como una estrategia empresarial”.

El séptimo punto es tener presentes los límites legales. Norman se ve envuelto en situaciones como dar dádivas a funcionarios o hacer uso de información privilegiada generando asimetrías en mercados financieros sin necesariamente tener un interés indebido en ello. Por lo que no olvide ser cuidadoso.

En octavo lugar, es vital estar preparado para enfrentar tiempos difíciles, ya que como la teoría económica ha enseñado, siempre hay ciclos de crecimiento, seguidos de contracciones.

Otra clave, y una de las principales causas de la caída de Norman, fue no cuidar los secretos de su organización. Para los expertos, más allá, de no compartir los secretos, el consejo es saber con quién se comparte cierta información, ya que muchos pueden ser competidores o personas interesadas en afectar su modelo de negocio.

Finalmente, una clave que puede ayudarle a cuidar sus intereses empresariales, y que intentaba aplicar Norman, es generar confianza en sus inversionistas, clientes y empleados.
Para los expertos este aspecto es fundamental, ya que en la mayoría de las ocasiones las personas confían más en una marca segura, que respalde sus inversiones, que en firmas desconocidas, con alto potencial. Es importante por esto cuidar la imagen de sus líderes.

TEMAS


Emprendimiento