Alta Gerencia

Haga tiempo para las pequeñas tareas que deben hacerse

Dorie Clark

Todo el mundo tiene esas pequeñas pero necesarias tareas; limpiar la bandeja de entrada, hacer las presentaciones prometidas o archivar pilas de papeles. Si no puede delegar o desechar estas tareas menos importantes, a continuación dos formas de atenderlas cuidadosamente:

1. Haga tandas. Hágalas todas a la vez, creando inercia. Puede estacionarse en una cafetería y prometerse no ir a casa hasta haberlas acabado. O reúnase con algunos colegas para trabajar conjuntamente en sus listas de tareas aburridas.

2. Emplee una “estrategia de goteo chico”. Identifique pequeños bloques en su agenda, como ventanas de 15 minutos entre llamadas telefónicas, y úselos para hacer actividades de bajo valor. Puede hallar estas lagunas en la agenda al azar, o programarlas deliberadamente cada día en media hora de trabajo repetitivo, quizás al final de la jornada laboral, cuando tiene menos energía para tareas importantes.