La importancia de alcanzar el equilibro digital para ser productivos y felices
martes, 27 de septiembre de 2022
Según la conferencista Pilar Ibañez, la tecnología nos puede hacer las personas más productivas y felices o las más improductivas e infelices
"¿Qué tienen en común Elon Musk, la Madre Teresa de Calcuta y mi mamá? La determinación". Con esta contundente frase la conferencista, escritora y consultora de temas como la felicidad y el bienestar organizacional, Pilar Ibañez, comienza su charla TEDxGamboa titulada "Equilibro digital: la forma de generar un estado de flow y productividad".
En menos de 12 minutos, la también fundadora de la app PIM Bienestar, explica de una manera breve y amena por qué la gente que no se enfoca no puede conseguir metas y sueños, y continúa diciendo que si las personas no logran este tipo de objetivos, no llegan al estado de flow, no son productivos y, por tanto, no llegan a ser nunca felices en sus vidas. Esto, claro está, aplica para todas las áreas de la vida: el personal, el laboral, el profesional, etc.
"La doctora Angela Duckworth, de la Universidad de Pensilvania, en su libro 'Grit, El poder de la pasión y la perseverancia' explica que la determinación es la suma de la pasión y la perseverancia, que es lo que nos ayuda a cumplir metas y sueños, pero ¿Qué pasa cuando en la mitad se nos atraviesa la tecnología?", explica Ibañez en su presentación.
Para entenderlo, Ibañez dice que la clave está en analizar los verdaderos escenarios que nos deja el uso de las herramientas digitales. "Hoy, la forma en que nosotros usamos la tecnología nos puede hacer las personas más productivas o las más improductivas, así como las más felices o las más infelices", destaca.
Ese comportamiento entre las personas y la tecnología se ha venido estudiando desde hace varios años. Por ejemplo, Ibañez cita en su presentación un estudio realizado en 2016, donde se reveló que las personas pasan 160 minutos en pantalla, frente al teléfono celular, un tiempo que es perdido. "Después del covid-19, llamado el acelerador digital, en cada país esta cifra cambió y más o menos se incrementó de 45% a 700%. Es decir, algunos están pasando hasta 7 horas al día al frente de un celular", comenta.
Este apego a los dispositivos como el celular, según Ibañez, nos impide, como personas, estar enfocados. "Para que la gente sea feliz tiene que cumplir metas y sueños, y hay que estar enfocados para llegar al 'estado de flow' como lo llama Mihály Csíkszentmihályi, pero eso no podemos hacerlo si estamos todo el día pegados en el celular", señala Ibañez.
Y no podemos hacerlo todo el día por este tipo de situaciones que se están generando: el tecnoestrés, donde después de ver las redes sociales creemos que nuestra vida no es la mejor o envidiamos lo que estamos viendo en otros perfiles; el fenómeno 'together alone', juntos pero solos, es decir, algo que está hecho para conectarnos, nos está alejando porque las parejas almuerzan viendo el celular o van a la cama y se quedan mirando redes o leyendo noticias; y la proliferación de grupos de Whatsapp sin límites.
Por todo esto es que hay alcanzar el equilibrio digital y para eso Ibañez da tres estrategias para alcanzarlo:
- Poner límites digitales, como detalles de fina coquetería, es decir, no escribir fuera del horario laboral, respetar las horas de almuerzo, entre otras.
- Establecer acuerdos de comunicación digital: definir en ambientes laborales para qué vamos a usar el Whatsaap, el correo y qué vamos a hablar presencialmente.
- Activar la función de bienestar digital o tiempo en pantalla en el celular.
- Lograr la conciencia del equilibrio: no es estar completamente desconectado. Hay que usar los beneficios de la tecnología como lo hizo Musk, pero tampoco quedar una adicción que genere estrés e improductividad.
"La real película de Netflix está cuando levantamos la vista del teléfono y vamos y hablamos con esa persona que nos puede ayudar a cumplir esa meta o sueño, la real película de amor de Netflix es cuando levantamos la vista del teléfono y la miramos a los ojos", indicó Ibañez.
Para finalizar, la conferencista deja un mensaje: "Necesitamos dejar de usar las herramientas tecnológicas como un arma de destrucción y empezar a utilizarlas como lo que son: una herramienta de construcción y de conexión, de conexión con nosotros mismos, con las personas que están a nuestro alrededor".