La importancia que tienen las prácticas del liderazgo empresarial en tiempos de crisis

En un contexto de crisis, como el que ha vivido Colombia en los últimos años, las prácticas de liderazgo empresarial se vuelven cruciales para la supervivencia y el desarrollo de las organizaciones. Desde el conflicto armado hasta los efectos de la pandemia de Covid-19, las empresas han tenido que adaptarse rápidamente a un entorno cambiante, demostrando que el liderazgo efectivo es esencial para enfrentar desafíos y fomentar la resiliencia.

Colombia ha enfrentado una serie de crisis que han afectado profundamente su economía. Según el Dane, la pobreza monetaria llegó al 39,3% en 2023, afectando a cerca de 20 millones de colombianos. Además, el desempleo alcanzó un pico del 16,8% en 2020, obligando a muchas empresas a replantear su modelo de negocio.

Los líderes han tenido que desarrollar habilidades para adaptarse rápidamente a los cambios. Muchas empresas implementaron el teletrabajo casi de inmediato, lo que requirió un enfoque flexible y una cultura organizacional que priorizara la confianza. Según un informe de la Federación de Empresarios de Colombia (Fedevias), aproximadamente el 70% de las pequeñas y medianas empresas adoptaron el teletrabajo durante la pandemia.

Durante crisis, la comunicación se vuelve aún más vital. Líderes que mantuvieron líneas de comunicación abiertas con sus empleados, como el CEO de una gran empresa de tecnología en Colombia, lograron mantener la moral alta y la productividad. Las encuestas internas mostraron que el 85% de los empleados valoraron positivamente la transparencia sobre la situación financiera de la empresa.

Esto también ha llevado a un mayor enfoque en prácticas sostenibles. Empresas que ya implementaban estrategias de responsabilidad social han visto beneficios, como un aumento en la lealtad del cliente. Según un estudio de EcoAnalítica, el 64% de los consumidores colombianos prefieren comprar productos de empresas comprometidas con el medio ambiente.

La crisis ha incentivado a las empresas a innovar. Muchas organizaciones colombianas han diversificado sus productos y servicios para adaptarse a la nueva realidad. Por ejemplo, empresas del sector alimentario comenzaron a ofrecer servicios de entrega a domicilio y a aumentar su presencia en línea, logrando no solo sobrevivir, sino también crecer en un entorno adverso.

Un caso notable es el de Alpina, una de las principales empresas de alimentos en Colombia. Durante la pandemia, Alpina implementó un programa de apoyo a sus empleados y sus familias, ofreciendo capacitación en habilidades digitales y acceso a servicios de salud mental. Esto no solo mejoró la retención del personal, sino que también fortaleció su imagen de marca.

Otro ejemplo es el de Grupo Éxito, que transformó su modelo de negocio para adaptarse a las nuevas demandas del consumidor. La empresa implementó plataformas de comercio electrónico y desarrolló estrategias de marketing digital, lo que resultó en un aumento del 80% en sus ventas en línea desde 2020.

A pesar de las prácticas de liderazgo exitosas, los empresarios colombianos enfrentan desafíos significativos. La incertidumbre política y económica, junto con la creciente inflación, representan obstáculos que pueden afectar la estabilidad empresarial. Según el Banco de la República, la inflación en Colombia alcanzó el 10,8% en 2022, lo que impacta directamente en los costos operativos y en el poder adquisitivo de los consumidores.

Además, la desigualdad en el acceso a tecnología sigue siendo un reto. Muchas pequeñas y medianas empresas no cuentan con los recursos necesarios para implementar cambios digitales, lo que limita su capacidad de competir en un mercado cada vez más globalizado.