Alta Gerencia

Los países de Oriente Medio pueden ser la cuna de la innovación

Christopher M. Schroeder

Occidente tiende a ver la innovación como el siguiente gadget tecnológico brillante.

Pero en los mercados emergentes, mayor acceso incluso a tecnologías existentes como Internet de alta velocidad y teléfonos inteligentes puede llevar a una forma nueva de pensar los problemas locales. Y, como resultado, algún día estas regiones podrían producir innovaciones de talla mundial.

Mucho antes de la Primavera Árabe, los empresarios de Oriente Medio usaron la innovación para superar retos y encontrar oportunidades de crecimiento. El mundo árabe representa un mercado de consumidores grande y hambriento. Por tanto, no sorprende que las compañías de la región estén encontrando formas innovadoras para llegar a consumidores.

De cara a la complejidad regulatoria de cada país, Aramex, la compañía de logística y entrega a domicilio más grande de la región, creó Shop and Ship, que permite que los clientes ordenen productos de casi cualquier empresa minorista en Internet de Estados Unidos, Reino Unido, China y eventualmente, Oriente Medio. Es un proceso impecable. Aramex recibe los productos ordenados en sus instalaciones, se encarga de todos los dolores de cabeza burocráticos y los entrega directamente al comprador.

El hecho de que nuevos mercados estén usando tecnología para resolver problemas locales no es particularmente sorprendente. Lo provocador, para mí, es la idea de que en cierto punto estos esfuerzos podrían generar productos innovadores globalmente competitivos.

Pese a su volatilidad, en Oriente Medio abunda el potencial. Es una región que apenas conocía los teléfonos fijos, aunque la penetración móvil actual ronda alrededor del 100%. Y cuando los teléfonos inteligentes baratos (de menos de US$50) lleguen al mercado, pronto seguirá la adopción masiva de la computación móvil. ¿Qué puede enseñar al mundo Oriente Medio sobre el futuro de la innovación móvil?