Menos de la mitad de quienes viven violencia en el trabajo se lo reporta a un superior
martes, 6 de diciembre de 2022
En general, 54% de las personas que en los últimos cinco años han experimentado acoso laboral, según el último reporte de la OIT
La violencia y el acoso en los centros de trabajo son una realidad que se extiende a todas las regiones del mundo, dice la OIT, y es algo recurrente, pues 61% de las personas que ha experimentado agresiones las ha vivido más de tres veces en su vida laboral.
En general, 54% de las personas que en los últimos cinco años han experimentado violencia y acoso labores se lo han contado a alguien más, según un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, se lo dicen principalmente a su familia y no a la empresa y, además, esto depende de qué tipo de violencia hayan experimentado.
De toda la fuerza laboral mundial, una de cada cinco personas ha podido identificar que, a lo largo de su vida laboral, ha sido violentada y acosada en el empleo en al menos una forma: física, psicológica o sexual. Esa proporción equivale a 743 millones de trabajadoras y trabajadores a nivel global.
Podrían ser muchas más, pero es que casi la mitad no le cuenta esas experiencias a nadie, pues tiene miedo de represalias o de afectar su reputación. “Recopilar datos sólidos sobre esta cuestión sumamente sensible es difícil”, señaló Andrew Rzepa, socio de la consultora Gallup en la presentación del estudio Experiencias de violencia y el acoso en el trabajo: Primera encuesta mundial.
En la investigación mundial, primera de este tipo según la OIT, participaron también la Fundación Lloyd's Register (LRF, por sus siglas en inglés) y Gallup. “Durante demasiado tiempo, las empresas y organizaciones han ignorado la violencia y el acoso en el lugar de trabajo o no han querido combatirlos”, dijo Rzepa.
Los resultados de la encuesta señalan que es menos probable que quienes han sido violentados o violentadas físicamente lo revelen, apenas 38% de las víctimas lo da a conocer. “La tasa de divulgación fue mayor entre los que habían experimentado sólo daño psicológico y acoso, con 51%, y aún más alto entre quienes han sufrido sólo violencia sexual y acoso, con un 62% por ciento”.
Pero la gran mayoría se lo cuenta a la familia, el 85 por ciento. Sólo el 55% se lo dice a sus superiores en la empresa, 16% acude a la policía y 15% a su sindicato. Los principales motivos por los que no lo reportan a sus empleadores es porque creen que es una pérdida de tiempo y porque tienen temor de que su reputación sea dañada en el proceso.
El tercer motivo es que los procedimientos en su trabajo no son claros, 43% dice esto. No contar con protocolos de prevención, atención y remediación de la violencia laboral oculta el problema y acrecienta los daños.
Por ello, la OIT recomienda ampliar o adaptar los mecanismos nacionales y en el lugar de trabajo para prevenir eficazmente la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
El reporte indica que “la violencia y el acoso no ocurren de forma aislada, sino que es alimentado por un general clima de injusticia y desigualdad”. Se necesitan entonces eliminar “las normas sociales dañinas”, como los estereotipos y crear mayor conciencia sobre la violencia y el acoso en el trabajo.
Los tres tipos de acoso:
Los resultados de esta encuesta evidencian que “la violencia y el acoso en el trabajo son un fenómeno generalizado en el mundo”, apunta la OIT. Las personas empleadoras o líderes no pueden seguir dejándolo pasar, ni siquiera por falta de información, para ello el organismo presenta los siguientes datos:
Cerca de 61% de las personas que ha experimentado agresiones en el trabajo las han vivido más de tres veces en su vida laboral. Las poblaciones con mayor vulnerabilidad son mujeres, jóvenes y migrantes. El acoso psicológico es el más común y le sigue la violencia física. En tercer lugar, la violencia sexual, cuyo objetivo principal son las mujeres.
Pensar que esto sólo sucede en economías menos desarrolladas o que ahí pasa con mayor frecuencia es erróneo. “Los datos también muestran que los países de ingresos altos registraron la prevalencia más alta” de acoso y violencia laboral.