Laboral

Pilares que retan a las empresas colombianas

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Es importante anotar que el acuerdo de paz ha puesto a Colombia en el panorama internacional.

Manuel Acevedo Jaramillo

Ante un panorama complejo de mercado, con nuevos competidores y situaciones coyunturales de tipo social en Colombia, las organizaciones se ven enfrentadas a retos para continuar vigentes.

Es así como los desafíos a los que se enfrentan las empresas en este momento se resumen en los siguientes pilares: uno, renovación de la capacidad de la compañía en definir un horizonte estratégico, que le permita poder establecer objetivos retadores que superen las coyunturas tradicionales en las que las empresas se encuentran. Es decir, los planes estratégicos tradicionales tienen un horizonte de tiempo muy acotado que se basa fundamentalmente en la penetración de los mercados existentes o en mantener las condiciones de mercado y negocio que hoy tienen.

Esto debe cambiar, porque existen variables que hoy pesan como los acelerados cambios tecnológicos, que ya están incursionando en Colombia, el asentamiento de las empresas internacionales en el país, la facilidad que existe al acceso a nuevas tecnologías y el dinamismo que están teniendo los nuevos emprendedores, quienes han puesto en verdadero “jaque” a muchos modelos de negocios tradicionales, como es el caso del sector retail, las comunicaciones y los sistemas de mercadeo. Estas variables eran previsibles, pero las compañías no se habían preocupado por comprenderlas.

El segundo pilar consiste en que el país entrará en el desafío de implementar unos acuerdos de paz. Independiente de la visión personal que se tenga frente a la conveniencia o no de los mismos y frente a la oportunidad o no de haber suscrito dicho acuerdo con las Farc, se está transformando un aparato jurídico que viene generando una cantidad de incentivos, y asociado a ello, existe una serie de contribuciones que el sector empresarial debe hacer, no solamente en términos de dinero, sino también en la potencialización de ese gran capital humano que ellos representan.

También es importante anotar que el acuerdo de paz ha puesto a Colombia en el panorama internacional. Esto trae como consecuencia, que en el marco de una coyuntura mundial, en donde habrá una disminución de la inversión en los países tradicionales, que Colombia pueda subir su perfil como país atractivo para las inversiones y que se convierta en un destino con el que sea mucho más fácil hacer negocios desde el exterior.

El tercer pilar, es que la volatilidad de los mercados, ya sea por razones de cambios políticos o crisis financieras que no han sido superadas, exige que los empresarios tengan una lógica de diversificación de riesgos, particularmente ampliando sus fuentes de abastecimiento y sus mercados de destino. Estos elementos constituyen el panorama retador para las organizaciones colombianas en la actualidad.

Con respecto a la capacidad exportadora, es conveniente que los empresarios aprovechen este momento la tasa de cambio, para identificar y recuperar de alguna manera la vocación exportadora que se había perdido, pero esta nunca podrá subsistir si se construye únicamente desde la perspectiva de una tasa de cambio favorable. Una capacidad exportadora permanente solo existirá en la medida en que una empresa se comprometa de manera constante con mejorar los niveles de productividad e innovar. Por eso, un plan de internacionalización sin estrategia de innovación es una perfecta receta para el fracaso.

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