Alta Gerencia

¿Puede darse el lujo de rechazar un nuevo trabajo si es desempleado?

Si es desempleado, ¿es buena idea rechazar un trabajo que no le guste? No hay una respuesta que le sirva a todo mundo. Y, por supuesto, su situación financiera jugará un papel importante en la decisión.

No obstante, si no tiene trabajo probablemente no está logrando o aprendiendo mucho. No está en una buena situación. Tal vez decida aceptar una oferta sólo para volver a la acción, y la experiencia laboral que gane pudiera hacerlo más competitivo para otros puestos más deseables. O tal vez tenga tiempo para terminar un programa educativo por las noches o fines de semana que lo ayuden a prepararse para la carrera que realmente quiere. Finalmente, recuerde que nunca se puede estar totalmente seguro. Aunque piense que no le va a gustar un trabajo, tal vez resulte más que aceptable.

Independientemente de si acepta o no un trabajo sobre el que se muestra ambivalente, primero considere estas cuestiones:

1. Implicaciones del puesto. El puesto equivocado podría congelarlo en un lugar y dificultar que los patrones lo visualicen en un cargo distinto. Y el área equivocada pudiera causar que desarrolle ciertas habilidades que cierren otras posibilidades. Pero la cultura de la compañía conlleva el mayor riesgo. Cuando la gente me describe por qué no está feliz en el trabajo, menciona la cultura.

2. Baja satisfacción y desempeño. Estar en un trabajo que no le guste puede hacerlo infeliz, lo que puede llevarlo a tener bajo desempeño, o a que tal vez no tome el cargo con seriedad.

3. Éticas cuestionables. Presionado para encontrar trabajo, tal vez reste importancia a la ética de la compañía. Pero las organizaciones con problemas éticos pueden afectar a todos, incluso a los empleados que no están involucrados con nada problemático.

4. Cerrarse otras posibilidades. Si acepta una oferta, estará redireccionando tiempo de búsqueda de empleo y corre el riesgo de perderse otras oportunidades.

Si ha considerado las cuestiones de arriba y decidió aceptar una oferta que no lo entusiasma completamente, asegúrese de aprovecharla al máximo. Tal vez lo sorprenda descubrir que después de todo sí le gusta.