Respire en lugar de ponerse a la defensiva
lunes, 10 de febrero de 2014
Cuando nos ponemos a la defensiva dificultamos que nuestras contrapartes de la conversación escuchen lo que estamos diciendo, y normalmente también desencadenamos la actitud defensiva de la otra persona.
Luego que alguien diga algo que lo incite a ponerse a la defensiva, estos tres pasos pueden llevarlo a la cooperación, y alejarlo de la explosión:
+ Respire profundamente. Piense en lo primero que quiere decir o hacer y no lo haga. Su primer instinto podría ser defenderse de lo que percibe como un ataque, desaire u ofensa.
+ Vuelva a respirar. La segunda cosa que quiera decir o hacer podría ser vengarse, pero eso solo escalará las cosas. Tampoco lo haga.
+ Enfóquese en una solución. Piense en una tercera cosa que quiera decir o hacer y hágala. Una vez que haya superado la defensa y la venganza, tendrá más probabilidad de colaborar en una solución.
Fuente: Don’t Get Defensive: Communication Tips for the Vigilant, de Mark Goulston.