Alta Gerencia

Tómese un almuerzo largo

Una simple y vieja práctica puede hacer que el trabajo sea más eficaz, envolvente y divertido: almuerzos largos. La idea de conversar alegremente con colegas o clientes durante el almuerzo pudiera parecer como algo sacado de otra era, pero también tiene lugar en la vida de las oficinas modernas.

Comer lentamente tiene beneficios documentados sobre la salud, y pasar tiempo no planificado con los colegas puede ayudarlo a forjar conexiones más profundas. En lugar de devorarse un emparedado frente a su escritorio o de agarrar algo de paso, haga tiempo para un almuerzo más largo.

Incluso si sólo lo hace una o dos veces por semana, puede crear relaciones más fuertes con sus compañeros de trabajo y hacer que sea más sano y productivo.

(Adaptado de “Old-School Business Practices Worth Bringing Back”, de John Coleman).