Alta Gerencia

Tómese un descanso (o una siesta)

Los competidores de talla mundial, desde los atletas hasta los pianistas, limitan la parte ardua de su rutina de prácticas a un máximo de aproximadamente cuatro horas diarias. El descanso es una parte igualmente importante de su régimen de entrenamiento, para restaurar su energía física y mental. 

Sin descanso, nuestros cerebros se vacían más, situación a menudo denotada por falta de atención, irritabilidad y fatiga. En el trabajo, muy frecuentemente intentamos “seguir adelante”, pese a que no nos espera ninguna reserva mágica de energía. Para recargarse, tómese un descanso; un breve descanso a medio día reinicia al cerebro para el resto de la tarde. Si no puede tomarse una siesta, pruebe con la meditación de atención plena, que puede servir como equivalente mental de las repeticiones de levantamiento de pesas. La atención es un músculo mental; refuércela con la práctica indicada.

Fuente: To Strengthen Your Attention Span, Stop Overtaxing It, de Daniel Goleman.