Alta Gerencia

Transparencia, la máxima para los turno de fin de año

Fernando Albán Díaz del Castillo

Muchas son las actividades que deben atenderse sin importar la hora o día de la semana.

Temas como la seguridad, la atención al cliente, los relacionados con la salud, la información y todo lo que tiene que ver con la continuidad de los procesos y negocios, demanda la designación de personal que debe efectuar turnos en horarios y fechas en las que la mayoría de los colaboradores preferiría estar reunido con familiares y amigos, tal como sucede con las fiestas de Navidad y fin de año que se acercan.

Determinar quiénes serán los elegidos, que deberán laborar en esos días especiales, no es tarea fácil y la escogencia puede generar serios conflictos internos, especialmente si la elección no se hace de manera transparente y democrática.

Muchas empresas, conocedoras de la disminución de la productividad que se presenta durante la temporada de fin de año, cuando empieza a tenerse esa sensación colectiva de que ya todo se está cerrando, programan vacaciones colectivas para el personal, lo cual tiene la gran ventaja adicional de saber que durante el siguiente año se podrá contar con el equipo completo de colaboradores, evitando así la contratación de reemplazos.

Otras compañías buscan que los trabajadores compensen algunos días de diciembre, trabajando los sábados o diariamente una hora adicional durante el mes de noviembre, por ejemplo, para no laborar en forma alternativa, alguna de las 2 últimas semanas del año y poder así disfrutar de un corto descanso, sin que se cierre el negocio. Pero cuando existen actividades que no se pueden suspender, necesariamente hay que distribuir las labores, estableciendo turnos entre los empleados disponibles.

Esta asignación es importante hacerla con suficiente antelación, para que quienes tengan turnos asignados en esas fechas importantes, se hagan a la idea de que deberán laborar y quienes no, puedan programarse junto con sus familias para disfrutar de los espacios que tendrán libres durante la temporada de fin de año.

La primera alternativa, para definir a los candidatos a trabajar en esos días especiales, es solicitar voluntarios, para lo cual, dependiendo de las circunstancias, podría ofrecerse algún tipo de incentivo en tiempo compensatorio adicional, algún obsequio o bono. Si no hay voluntarios, pero existe un esquema de asignación de turnos, lo ideal es continuarlo sin modificación, de modo que se le asigne el turno a quien le corresponda dentro del proceso normal, eso sí, cuidando de que a una misma persona no le correspondan las dos fechas. Por último, queda la opción de hacer una rifa para que sea la suerte quien elija.

Algunas empresas invitan a los empleados a inscribirse, de acuerdo con sus conveniencias, para laborar en una de las dos fechas especiales y dependiendo de si se cubren o no las necesidades laborales, respetan la selección de cada trabajador. También permiten el intercambio de turnos entre los colaboradores o asignan los turnos a los nuevos empleados, que aún no tiene derecho a tomar vacaciones.

La competencia basada en el servicio, ha llevado a muchas empresas a laborar 24 horas, 8 días a la semana, otras abren más temprano y cierran más tarde que sus competidores, lo cual beneficia enormemente a los clientes pero demanda un complicado ejercicio para la asignación de los turnos debe procurar mantener el equilibrio biológico del trabajador en medio de los cambios en los horarios de trabajo, hábitos alimenticios, ritmos corporales, hábitos de sueño y perturbaciones en la vida familiar, para evitar lo que hoy se conoce como cronopatías.

Existen teorías sobre la conveniencia de variar los turnos cada semana y otras que plantean que el impacto en el trabajador es menor si el cambio se hacen cada tercer día. En todo caso, lo más importante es que la asignación se haga mediante un esquema igualitario, que evite que los trabajadores perciban preferencias.

Aunque estas fechas no son igualmente importantes para todos y hay personas que realmente prefieren estar trabajando en Navidad y año nuevo para huir de situaciones familiares negativas, no es conveniente que la asignación de uno de estos turnos recaiga en trabajadores que tengan tendencias depresivas, especialmente si deben laborar en la noche y en forma aislada.