Analistas 19/09/2024

Otro robo billonario del petrismo

Abelardo De La Espriella
Abogado, empresario y escritor

Mientras Petro, el jefe de la mafia, se hace el loco incendiando al País y envenenando a sus masas con inventos como falsos golpes de estado, inexistentes atentados y delirantes discursos que reflejan su conocida esquizofrenia, odio, resentimiento y maldad, producto de toda suerte de desórdenes mentales, que se exacerban con la mezcla de alcohol y droga, a la Patria se la están robando, sin que la justicia haga nada para evitarlo.

Hace unos meses denuncié, en este mismo espacio, (https://amp.larepublica.co/analisis/abelardo-de-la-espriella-400021/la-mafia-de-petro-3855028) cómo, desde el Ministerio de Hacienda se entregaron 200 mil millones de pesos, en un traslado a la Ungrd, para sobornar a los bandidos del Senado que efectivamente vendieron sus votos en favor del sátrapa Petro, a cambio de una “platica”: el tiempo no tardó en darme la razón, y los delincuentes OLMEDO y SNEYDER, par de sanguijuelas petristas, confesaron que, por orden del ministro de Hacienda, una consejera presidencial y del ministro del Interior, compraron desde los presidentes de Senado y Cámara hasta senadores de diferentes partidos políticos, que, como viles prostitutas cobraron por dar sus votos, traicionando al pueblo colombiano que los eligió.

Con excepción de esos dos pillastres, ninguno de los demás culpables está siquiera privado de la libertad: ni los determinadores ni los beneficiarios ni los operadores de semejante acto de corrupción, gracias al cual, Petro es cada vez más poderoso porque fueron billones de pesos que le entregaron los torcidos senadores al tirano en ciernes, para que se atornille al poder, con el dinero del erario.

Pues bien, ahora voy a denunciar el mismo modus operandi, pero con otros protagonistas: el ministro de Salud y las “coyas” del régimen: los representantes a la Cámara que se vendieron a Petro para aprobarle, entre otras, su nefasta reforma a la salud.

Los hechos son los siguientes:

En el mes de agosto de 2023, después de la caída de la ministra de Salud de entonces, Carolina Corcho (entre otras cosas porque su trabajo con el Congreso tenía a la cacareada reforma a la salud de Petro sin acuerdo para salir adelante en la Cámara de Representantes), y ya bajo la dirección del actual nefasto ministro Guillermo Jaramillo, se dieron los primeros pasos ocultos para conseguir los votos de los representantes a la cámara.

Para ello, el 2 de agosto de 2023 (https://bit.ly/oficio2-2024) el ministro de Salud, solicitó a la directora de presupuesto del Ministerio de Hacienda, Claudia Marcela Numa, el traslado de $1 BILLÓN del presupuesto fijado para el ASEGURAMIENTO del sistema de salud, a INFRAESTRUCTURA y atención de población (valga decir que, previamente, el Ministerio de Hacienda ya se había negado a atender dicha solicitud, también hecha por el ministerio, argumentando la supuesta, “gran vulneración del derecho a la salud de la población, en regiones tales como La Guajira, El Pacífico, La Amazonía (sic), La Orinoquía (sic) y Municipios PDET y otros territorios urbanos y rurales”).

Es decir, el gobierno criminal de Petro, al ver hundida su reforma, después de haber estado detenido el proceso de discusión y aprobación entre mayo y agosto de 2023, ya bajo el mando de uno de los más leales lugartenientes del régimen, Guillermo Alfonso Jaramillo, abordó a las “coyas” de la Cámara para comprar sus conciencias.

Como resultado de lo anterior, $1 BILLÓN que alimentaban el Fosyga y estaban destinados a pagar los servicios médicos adeudados por el sistema de salud a los prestadores del servicio, se trasladaron para remunerar, a través de obras y contratos de suministros, a los torcidos representantes que se vendieron al gobierno de Petro para votar la reforma a la salud.

En septiembre del mismo año, empezó a surtir efecto el protervo plan: en oficio remitido por el secretario general del Ministerio de Salud, Gonzalo Parra González (https://bit.ly/oficio1-2024), otra vez a la ya mencionada Doctora Numa, directora de presupuesto en el Ministerio de Hacienda (si la doctora Numa hablase...), se pide autorizar un movimiento presupuestal para ejecutar $1,2 billones en el Ministerio de Salud, para comprar “buques, aparatos médicos y quirúrgicos, aparatos ortésigos y protésicos, etc. (sic)”.

Esos movimientos representados en BILLONES de pesos fueron música para los oídos de las ratas del Congreso, que, después de haber tenido engavetada la discusión de la reforma, tan pronto como los días 6 y 19 de septiembre, votaron y hundieron la ponencia negativa que tenía el proyecto y crearon la subcomisión de conciliación a la voz de “buques y equipos ortésigos”. La Cámara, entonces, bailó al compás del billete.

El 5 de diciembre, el Gobierno cantó victoria: los representantes le aprobaron 133 de 143 artículos, en una reforma a la salud que embutía en los bolsillos del gobierno 21 billones de pesos al año y se usarían para seguir corrompiendo y para atornillar al poder al sátrapa que se hace el loco, el jefe de la mafia, Gustavo Petro.

Aquí les dejo un ejemplo de cómo terminan repartidos esos recursos. En la resolución 00002286 del 28 de diciembre de 2023 https://bit.ly/oficio3-2024, Rodolfo Salas como ministro encargado, ejecutó la movida técnica para concretar los acuerdos políticos negociados por Guillermo Alfonso Jaramillo ministro titular de la cartera de salud y repartió “un regalito de santos Inocentes” de más de 200 mil millones entre “afortunados” municipios como Mitú, Tasco, Rivera, Santander de Quilichao, San Zenón y otros de igual magnitud, el regalito de los “Santos Inocentes”, consistentes en equipos médicos, ecógrafos, construcción de edificios, adecuaciones, etc. Esta resolución le llevó a Mitú 87 mil millones de pesos: ¡vaya preocupación por la salud del Vaupés! ¿Quién es el poderoso en Vaupés y qué le están pagando?

Lo que seguimos probando es que, hay una organización criminal en la que el Gobierno presenta sus nefandas reformas y compra a los traidores de la Patria, los representantes a la Cámara que venden su actuación dependiendo de su importancia: los ponentes cobran más que los coordinadores ponentes, y estos, a su vez, recaudan tarifas diferentes a la de los que simplemente votan o la de los que hacen bulto e incluso votan “no”.

En los pasillos del Congreso es un secreto a voces cómo funciona esta banda criminal: las agendas de los “enlaces” del ministerio en el Congreso, las entradas de los congresistas seleccionados como “negociadores” del torcido a las oficinas del ministerio, las reuniones en el Hotel Tequendama, el papel de los miembros de “confianza” de las UTL de los protagonistas de este crimen, hablarían por sí solas si hubiese voluntad para investigar los hechos.

Le pregunto al ministro de Salud: ¿es cierto que hay tres niveles de congresistas con diferentes tarifas: la de los ponentes, la de los coordinadores ponentes y la de los votantes rasos?

¿Conoce usted, ministro, la existencia de esas tarifas para comprar congresistas?, ¿ha escuchado hablar de los llamados “refuerzos”?, ¿sabe usted si se asignaron cupos a representantes por hacer quórum, así votasen negativo a la reforma?

¿Qué papel cumplió la representante a la cámara María Eugenia Lopera, muy cercana ella al Senador Juan Diego Echavarría, el mismo que redactó e impulsó la carta con la que se trasladaron los 200 mil millones de la corrupción a la UNGRD?

¿No se le hace extraño, señor ministro, que se haya utilizado el mismo modus operandi en el ministerio de Salud que en la UNGRD: trasladar recursos de difícil contratación a otros de fácil corrupción en momentos claves de las reformas, tanto en Senado como en Cámara?

¿Quiénes son los Olmedos y Sneyders del Ministerio de Salud?

Hago esta denuncia pública y le pido al grupo ciudadano de Defensores de la Patria, que me ayude a hacerle seguimiento a lo que las autoridades competentes investiguen sobre estos hechos.

Es determinante para la institucionalidad y la democracia castigar a los culpables.

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Gustavo Petro - Abelardo de la Espriella