Conexiones conscientes: “el arte de la conquista” en el sector de la belleza
Es casi una locura querer hablar de conexiones conscientes en un mundo consumista. La guerra arranca por la conquista del mercado a como dé lugar y va mucho más allá del posicionamiento de la marca. Quienes estamos detrás de las organizaciones pensando en estrategias de marketing, para lograrlo, sabemos que esto siempre ha sido y será el “pan nuestro de cada día”.
Sin embargo, cada vez es más común encontrar consumidores conscientes, educados en sostenibilidad y con estilos de vida que determinan un giro importante para aquellas marcas inquietas por conquistarlos.
Lo que hace poco tiempo era una moda hoy en día es una gran tendencia global y muchas marcas lo están entendiendo de tal manera que en su lucha por conquistar un nuevo consumidor están tomando decisiones de gran impacto y valor en toda su cadena de producción y abastecimiento.
Sorprende que los consumidores de las grandes casas de lujo hoy busquen un producto que tenga detrás de su imponente logo, un importante aporte al planeta y a la sociedad. Sorprende también que estas marcas lo hayan entendido y que estén buscando conquistar este mercado estableciendo con ellos conexiones cada vez más consientes y profundas.
Recientemente investigué sobre la oferta de productos de cosmética capilar sostenibles tanto en sus líneas profesionales (disponibles en los salones de belleza), como en sus líneas comerciales (farmacias, súper mercados y tiendas de productos de peluquería) y encontré que la mayoría de marcas ya conocidas en el mercado han empezado a incluir en su portafolio productos amigables con el planeta y la sociedad. De la misma manera, encontré marcas nuevas provenientes de países como Italia y Francia con un espíritu profundamente sostenible.
Marcas que provienen de países con una mayor consciencia y regulación socio ambiental. Marcas comprometidas con la producción limpia a lo largo de toda su cadena y que hoy asumen el reto de traer sus productos al mercado Latino, el cual requiere, sin duda, de una mayor formación en temas de sostenibilidad.
Es claro, que en nuestra región existe un mercado sostenible emergente pero carece de mucha información, claridad, transparencia y sobretodo educación por parte de las marcas que dicen serlo. El reto para las marcas locales o para las extranjeras que provienen de una cultura sostenible más elevada, no es fácil pero en ambos casos se está asumiendo con convicción y responsabilidad.
Veo esta oferta y me alegro por quienes somos amantes de la belleza cosmética sostenible, pues como consumidora consciente busco más allá del diseño gráfico del empaque y de una promesa de venta tentadora.
La desconfianza abunda en el mercado y no es para menos, pues hemos sido víctimas del “green washing” por parte de marcas que queriendo incursionar en la “moda eco friendly” comenten todo tipo de errores y actúan sin transparencia con el afán de buscar posición en el mercado y conquistarlo a como dé lugar.
Los consumidores conscientes vivimos en estado de alerta permanente, evaluando qué acciones hay detrás de la producción y comercialización de cada producto. La verdad es que se nos conecta con acciones concretas y verdaderas.