El presidente Petro le contó a Colombia y al mundo este pasado 20 de julio desde el hemiciclo del Congreso de la República, lugar al que llegó con dos horas de retraso porque pues “ajá”, lo siguiente: “Al Congreso le digo: la demanda de petróleo y carbón va a caer en los próximos años”. Falso, completamente falto, presidente Gustavo Petro, y usted lo sabe así diga lo contrario.

La demanda por petróleo y carbón no tiene posibilidad alguna de caer en los próximos años. Y le explico por qué razón, presidente. Es más, se lo pongo con nombres propios para que sea bien sencillo de entender: India, China, Indonesia, Pakistán, Nigeria, Bangladesh, Etiopía, Filipinas, Congo, Vietnam, Tanzania, Kenia, Myanmar, Uganda, Sudán, Angola, y Mozambique. Podría nombrar otros más, pero no viene al caso, como espero que logre captar, presidente.

Presidente Petro. Usted se pone casi a diario unos zapatos Ferragamo que cuestan US$1.500. El salario mínimo en Mozambique es de US$31 al mes. Una persona del común en Mozambique tendría que trabajar 48 meses para poderse comprar sus zapatos. Una persona del común en Mozambique consume 0,45 barriles de petróleo al año.

Un colombiano, 2,2 barriles cada año. Un norteamericano, 20. Se lo pongo más sencillo, presidente Petro: cada año un norteamericano del común consume 40 veces más petróleo que una persona de Mozambique. El que piense que un niño de Mozambique se tiene que acostar con hambre para que Alberto Bernal siga gastando petróleo a lo loco con su cómoda vida en Miami es un enfermo mental.

No, presidente Petro, no les mienta a sus votantes, la demanda de petróleo en el mundo NO va a caer, porque el padre de familia de Pakistán, Nigeria, o Angola no va a dejar morir de hambre a su hijo para que los ambientalistas extremos como usted se sientan mejor. A ese señor le importa un soberano bledo lo que usted piense, él solo quiere lograr que su hijo deje de sufrir.

Un amigo petrolero me acaba de soltar este dato que usted, presidente Petro, claramente no conoce: usted le dijo al mundo que su política de “potenciar la vida” implicaba traer muchos más turistas a Colombia. En las palabras de mi amigo el petrolero: “…sustituir las divisas provenientes del petróleo por el turismo, con una meta de 7 millones de turistas al final de su periodo.

Sin mencionar que las cuentas no dan porque un sector no alcanza a sustituir el otro, lo que le faltó pensar al presidente es que esos turistas llegan en avión y consumen mucho petróleo. ¿Cuánto? Hice un cálculo rápido, y esos siete millones de turistas consumirían la pendejadita de 12,6 millones de barriles de jet fuel si estos vinieran de Londres. Muy fuerte la contradicción, pero sobre todo la ignorancia. ¿¡Si el señor cree que el mundo se va a acabar por consumir petróleo, entonces como trae la solución que trae la huella de carbón más fuerte de todas!?”

A propósito, según datos de la Agencia Internacional de Energía, Colombia utilizó 11,5 millones de barriles de jet fuel en 2018, bajando a 7,5 millones en 2021, por efecto pandemia. Mejor dicho, si Petro logra lo que quiere lograr con el turismo, y esos turistas vienen de Europa, Colombia multiplicaría su gasto de jet fuel equivalente cada año de 11,5 millones a 24,2 millones de barriles por año. No sé ustedes, pero así mirándolo como desde la orillita, como que la solución de Petro va a dejar a bastante oso polar ahogado…