Hace un par de días conversaba con un inversionista brasilero que lleva muchos años invirtiendo en Colombia sobre el balance del primer año del gobierno Petro. En algún momento de la conversación el inversionista me preguntó lo siguiente: “Bernal, então você está dizendo que o melhor cenário possível é aquele em que absolutamente nada acontece na frente legislativa até que 2026 seja alcançado?” A lo cual le contesté, “pues así de sencillo, meu amigo..”.
Y es que el escenario es así de sencillo. El gobierno Petro no tiene nada que mostrar después de un año en el poder. Cuando me presionan para que diga algo positivo, solo logro resaltar un evento: el incremento en el precio de la gasolina. Eso es lo ÚNICO que ha hecho bien el gobierno del presidente Petro. La exministra Irene Vélez DESTRUYÓ del todo la confianza inversionista en el sector de hidrocarburos, de la minería, y de la energía en general.
Los proyectos de energía alternativa están parados. La inversión extranjera en el sector petrolero se ha mantenido, pero porque las empresas que están en el sector están tratando de acelerar procesos para sacar lo máximo posible antes de que este gobierno de demagogos, que de verdad cree que si Colombia cesa de sacar petróleo el “mundo se va a salvar”, se decida a joderle aún más la vida a los capitalistas del sector.
Los decretos de emergencia que sacó el gobierno para parar del todo las inversiones en carbón son una barbaridad que se va a caer en la corte constitucional, pero, nuevamente, ya el daño está hecho. El gobierno de Petro es tan obtuso en el plano energético que ni siquiera Lula da Silva se monta en esa demagogia. El único que aplaude esta barbaridad es el idiota que hace del hombre increíble en las películas de Hollywood. Y Petro celebra semejante sandez…
La seguridad se ha deteriorado de forma alarmante. Y no es para menos, porque el gobierno de Petro puso de ministro de defensa a un señor que cada vez que abre la boca pareciera que fuera a comenzar a recitar Pablo Neruda. Genera más respeto dentro de la tropa Papuchis que este personaje. Yo, la verdad, no dejo de impresionarme de que la cosa no esté peor. ¿A quién diablos le pareció lógico poner a ese señor a manejar la seguridad en un país sitiado por la violencia narcotraficante? ¿Y qué me dicen del señor Danilo Rueda, quien claramente juega del lado de los genocidas del ELN? La famosa “paz total” es, ha sido, y será un fiasco inmenso. Petro es conocido por ser uno de los políticos que más luchó por desmontar el paramilitarismo en Colombia. A menos de que corrija el rumbo YA MISMO, su gobierno será recordado como el que trajo de vuelta la violencia paramilitar. Solo un inepto no entiende que el colombiano del común está armado, y que, si el estado no lo protege, pues los ciudadanos se tomarán la justicia en sus manos.
Siempre pensé que el presidente Petro era un tipo brillante. Cambié de opinión con lo de la reforma a la salud. El 80% de los pacientes con enfermedades crónicas responde que el sistema de salud de Colombia es “bueno o excelente” según la mayoría de las encuestas. Aun así, Petro decidió darle el manejo del ministerio a la inestable Carolina Corcho, con el mandato de destruir lo que funciona. Eso no lo hace una persona inteligente, lo hace un ideólogo consumado. Faltan tres años de este viacrucis. Lo mejor que nos puede pasar es que nada pase.