Me cuentan personas que estuvieron presentes en el auditorio, que durante su visita a España el presidente Petro invitó a la gente de negocios de ese país a que invirtieran más en Colombia, pero, eso sí, que lo hicieran en negocios e industrias diferentes a los hidrocarburos y la minería. Me cuentan que Petro les dijo que “la verdadera riqueza está en el turismo y en el campo” y no en las industrias que hoy en día generan una parte muy importante de las divisas que necesita Colombia para funcionar.
Como argumenté en una columna pasada, el mayor problema de la visión del presidente Petro es que su matemática simplemente no da. Así Colombia efectivamente lograse traer a 12 millones de turistas extranjeros al país cada año, la cosa NO cierra, porque el turismo no paga regalías y el nivel de impuesto de renta que paga esa industria es mucho menor al que paga el petróleo. El segundo punto es al que siempre se refiere el exministro Juan Carlos Echeverry. Por alguna razón, para la gente del Pacto Histórico la disyuntiva es petróleo o turismo, en vez de petróleo Y turismo. Es un enigma del universo el por qué el progresismo criollo no logra entender que el petróleo y el turismo pueden convivir. Un ejemplo: EE.UU. produce 12,3 millones de barriles de petróleo al día, y recibe 79 millones de turistas todos los años. Colombia, en cambio, produce 710.000 barriles de petróleo al día y recibe 4,5 millones de turistas cada año. Por qué razón no se puede buscar la posibilidad de incrementar el número de turistas a 12 millones e incrementar la producción de petróleo a 1,5 millones de barriles diarios, entre otras razones para poder construir la infraestructura necesaria para así poder recibir los famosos 12 millones de turistas? Aún si Colombia llegase a incrementar su producción de petróleo, a 1,5 millones de barriles diarios, la generación de toneladas de CO2 per cápita pasaría de 1,78 a, especulemos, tres toneladas, que vendría siendo 20% de lo que emite un norteamericano del común por año (14,9 toneladas).
En términos prácticos lo que busca el presidente Petro es que los colombianos sigamos siendo pobres para que los norteamericanos sigan creciendo su estándar de vida. Entre 2010 y 2020 el ingreso anual per cápita de EE.UU. pasó de US$42.000 a US$68.000, implicando un incremento en el estándar de vida de 61%. El de Colombia se estancó en más o menos US$6.500. Entre 2010 y 2023 la producción de petróleo de EE.UU. subió de 5,4 millones de barriles diarios a 12,3 millones de barriles diarios. Eso significa que el ingreso anual por petróleo de EE.UU. pasó de US$128.115.000.000 en 2010 a US$291.817.500.000 en 2023, asumiendo que el precio se mantiene igual durante el resto del año, implicando un crecimiento en el ingreso nacional de 127%. En el caso de Colombia, el ingreso por venta de petróleo pasó de US$20.440.000.000 en 2010 a US$18.790.000.000, asumiendo que la producción se mantenga estable al igual que el precio del Brent de acá a final de año.
Sigo sin entender cuál es la motivación del presidente Petro para empobrecer a su pueblo. Quiero pensar que es terquedad, porque todo el resto de posibles explicaciones me producen demasiado malestar de estómago.
PD. Por si acaso, después de ver el “balconazo” del señor presidente el candidato de la centroderecha que se niegue a participar en una primaria o encuesta común para que el antipetrismo llegue unido a las elecciones de octubre, es un psicópata. Fin del comunicado.