¿Qué es lo que está pasando en China?
Hace unos días tuve una muy interesante conversación con un inversionista de Londres quien me afirmó, repito, AFIRMÓ, que China estaba creciendo a tasas negativas en este momento. Según este personaje, la economía de China no está creciendo al 6%-7% como dicen las autoridades, sino que está cayendo a una tasa anualizada de, por lo menos, 2% año/año. Así como lo oyen, cayendo…según este inversionista, la caída recientemente vista en las exportaciones y en las importaciones del país es evidencia inequívoca de que el PIB está contrayéndose. Ahora, la tesis de este inversionista contrasta violentamente con los recientes comentarios hechos por Tim Cook, el CEO de Apple. Según un e-mail que le envió Tim Cook a Jim Cramer, un muy conocido periodista de finanzas de EE.UU., la segunda semana de agosto habría sido la mejor semana de la historia de Apple en ventas en China.
Yo no soy negativo. Lo que está pasando en China es parte de un programa plurianual. Comencemos por la reciente devaluación del yuan. A pesar de las apariencias iniciales, todo parece indicar que el movimiento que tomó el Banco Central de China no tuvo nada que ver con una intención de impulsar la economía, sino más bien con la idea de asegurarse que el yuan sea aceptado en noviembre de 2016 como moneda reserva desde la óptica del FMI. Mejor dicho, la idea del liderazgo chino es que para noviembre de 2016, el yuan sea incluido dentro del famoso SDR, que es la moneda virtual del FMI, moneda que consiste de una canasta en la que se incluyen el yen, el euro, el USD y la libra esterlina.
El segundo componente del enigma chino tiene que ver con la intención que tiene el liderazgo de ese país autoritario de lograr cambiar la estructura de la economía. Según el plan plurianual que presentó el gobierno del Premier Hu Hintao (antiguo líder) hace ya un par de años, ha llegado la hora de que la China se convierta en una economía más predecible, así esta predictibilidad implique que se sacrifica un poco de crecimiento. El punto acá es bastante sencillo. Las economías basadas en el consumo, como lo son casi todas las economías desarrolladas, tienden a tener unas economías bastante estables, pero también economías que crecen a menor velocidad. Las economías emergentes tienden a ser mucho más dependientes de la inversión y de las exportaciones, y por lo tanto, a pesar de que crecen más rápido, se ven mucho más afectadas que las economías desarrolladas por los diferentes ciclos económicos mundiales.
En cuanto al futuro inmediato, la cuestión es la siguiente: La economía de China necesita lograr un “aterrizaje suave”. Me explico: La economía de China es como un jumbo 747 que está a punto de aterrizar en El Dorado. Está sobrevolando Madrid, Cundinamarca, a 3.300 metros de altura. Necesita bajar a 2.600, pero gradualmente. La clave para asegurar un aterrizaje seguro es no permitir que el avión pierda demasiada velocidad. El objetivo de las autoridades chinas en este momento es exactamente ese: evitar que el coloso pierda demasiada velocidad y de esa forma evitar un estrellón. Pero fíjese que, a pesar de que muchos argumentan lo contrario, NO es necesario lograr que el avión se acelere. Cada uno de nosotros tiene que hacer la apuesta propia de si se piensa que los chinos pueden lograr el objetivo en cuestión. Yo, personalmente, NO le voy a apostar en contra a un país que tiene la capacidad de construir un edificio de 57 pisos en exactamente 19 días. ¿Usted?