Analistas 29/01/2024

Sobre la batalla cultural

Alberto J. Bernal-León
Jefe De Estrategia Global, XP Investments

Estoy convencido de que Elon Musk pasará a la historia como el ser humano que permitió que la especie humana comenzara a colonizar Marte, y como el emprendedor que más hizo para lograr avanzar el proceso de transición energética en la tierra. Dudo, eso sí, que pase a la historia por la compra de Twitter o por el trabajo que está haciendo para evitar que la visión “woke” se tome todas las instancias de la intelectualidad. Y esa realidad es triste, porque el daño que le está haciendo el “wokeism” al mundo no tiene comparativo posible, y la cruzada que Musk está llevando a cabo es, en mi opinión, de extrema relevancia.

¿Qué es “wokeism”, se preguntarán algunos? “Wokeism” es el hermano gemelo del progresismo, y el mellizo del marxismo. “Wokeism” es una ideología que ejemplifica el clímax de la mediocridad y la inconsistencia argumental. La visión “woke” del mundo es la que grita “macho violador” y condena al “patriarcado”, pero que acto seguido aplaude que un hombre biológico que se identifica como mujer logre ser el campeón de la liga de golf de mujeres de EE.UU. o que un hombre biológico que se identifica como mujer gane Miss Universo. A ver, Alberto Bernal no tiene problema alguno con que la gente se identifique como le venga en gana. Lo que NO acepto es que se le quiten las oportunidades a las MUJERES para supuestamente parecer ser “empáticos”.

El otro hermano gemelo del “wokeism” es el DEI. El DEI significa en inglés “diversity”, “equity”, e “inclusion”. El DEI se tomó las universidades de EE.UU., y se está tomando al sector corporativo. Las universidades “Ivy League” de EE.UU. hoy en día hacen hasta lo imposible por lograr que el campus sea lo más diverso posible, algo que obviamente suena como un objetivo muy loable. El problema son “las formas” que se están utilizando para lograr esa diversidad. Un ejemplo: para el progresismo de EE.UU., para el “wokeism”, los exámenes estandarizados que se utilizan para entrar a la universidad son “racistas” y ejemplifican el dominio de la “raza blanca” dentro de la sociedad. Mejor dicho, para los progres de EE.UU., el Icfes es “White supremacy”. El punto acá es que como a los blancos les va mejor que a los negros o a los latinos en estos exámenes, entonces los tests son racistas. Lo extraño acá es que a los asiáticos les va mejor que a los blancos en esos mismos exámenes estandarizados...

Otro caballito de batalla del DEI es que las matemáticas son “racistas”. Mejor dicho, si usted es bueno para el cálculo diferencial, usted es “parte del problema” y usted es un “racista”. No estoy siendo cínico, es en serio, esta vaina está pasando en EE.UU.. Todos estos temas se vuelven aún más complicados cuando incluyen bajar los estándares para lograr que la fuerza laboral sea más diversa. Por ejemplo, como las promociones de estudiantes de medicina hoy en día no son “suficientemente diversas”, entonces la decisión que se ha tomado en muchas universidades es bajar los requerimientos para que más minorías lleguen a ser cirujanos. Y lo mismo parece estar buscando la compañía United Airlines en EE.UU., argumentando que durante los años venideros el factor principal en la contratación de pilotos será lograr una fuerza laboral completamente “diversa”. Mejor dicho, en este mundo de locos, ser el mejor para pilotear un avión dejará de ser el factor más importante en la contratación...

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Trabajo - Inclusión - Equidad