En esta era de crisis permanentes, donde somos testigos de cambios disruptivos y exponenciales, tener un buen plan estratégico no es un elemento suficiente para lograr las metas y tener éxito. La pandemia nos ha demostrado que eventos drásticos y dramáticos, que están fuera de nuestro control, condicionan el cumplimiento de un plan estratégico. Hoy, saber cómo hacer las cosas ya no es suficiente para lograr las metas.
Una creciente literatura acerca de un liderazgo consciente sugiere que, hoy, es relevante tener un propósito superior que inspire y que sugiera el horizonte hacia el cual orientar productos, servicios, las alianzas estratégicas y las relaciones con los clientes. Comparto esta postura. De hecho, no es coincidencia que las organizaciones que tienen propósito son también las que más resiliencia y éxito logran. Pero, aun siendo un ingrediente relevante del éxito empresarial, el propósito no es un elemento suficiente.
Analizando varios ejemplos de éxito empresarial, en este mundo tan incierto y complejo, se evidencia que un elemento que los marca es la pasión, que podemos definir como una llama que alimenta de manera permanente el propósito, la misión y la ambición de una empresa y de sus líderes. Es la energía que da vida y apoya al emprendimiento.
Dice el gurú de finanzas Warren Buffett, “la pasión es energía y sin energía no hay nada”. Es suficiente que pensemos en ejemplos como Steve Jobs, Elon Musk, o Anita Roddick, la fundadora de Body Shop. ¿Podemos imaginar que su éxito empresarial sería posible sin el ingrediente de la pasión?, ¿podemos suponer que sin pasión estos líderes hubieran podido enfrentar las dificultades que encontraron en su camino? Claro que no. Muchas veces no le damos importancia a este ingrediente del éxito, quizás porque lo consideramos algo natural en la vida, algo que uno puede tener o no. En cambio, la pasión es fundamental para el logro de metas. Dice Richard Branson, “Necesitas pasión y energía para crear un negocio verdaderamente exitoso”.
Si la pasión es un ingrediente crucial del éxito empresarial, ¿cuáles son las preguntas que te puedes hacer para conectarte y profundizar la conexión con tu pasión? En estos días trabajé con un líder empresarial que se encuentra en una encrucijada y tendrá que tomar decisiones importantes con respecto a su carrera. Lo percibí confundido. Tenía claro su propósito y era consciente de sus motivaciones. Pero su energía, o sea su pasión, ha disminuido. La chispa, en gran parte, se había apagado. En lugar de centrarse en el qué hacer, invité a mi cliente a reconectarse con su pasión. Con simplicidad, lo invité a hacerse las siguientes preguntas que tú también te puedes hacer, “¿Qué es lo que verdaderamente amas hacer?, ¿qué te emociona?, ¿qué provoca tu interés?, ¿qué te procura un profundo sentido de entusiasmo y te da energía?”. Hacerse estas preguntas es fundamental a la hora de emprender, liderar un equipo o una empresa, encontrarle sentido a quienes somos y a lo que hacemos.