El emprendimiento es capaz de conectarse con las necesidades específicas de una población y desarrollar soluciones, con costos más acotados, portafolios flexibles y la garantía de acceso e inclusión. Eso lo ha convertido en un elemento esencial para el impacto social, cimentado, por supuesto, en el uso de tecnologías que ha acarreado esta ola de startups y en la innovación como un valor imprescindible.

De esto hemos sido testigos en distintos sectores: tecnología, finanzas, retail, transporte, entre otros, y más recientemente en el inmobiliario, donde proyectos como Home Capital, El Outlet de Vivienda, nace para enfocarse en hacer del desarrollo social el fin último de un ADN emprendedor. ¿Qué significa esto? para nuestro caso podría resumirse en: una familia que tiene vivienda es una familia empoderada, y una familia empoderada es una familia que progresa. Estamos aquí para hacer eso posible.

Llegar a un mercado tradicional y posicionado implica hacer cambios desde el know how y la creatividad, para hacerlo más asequible a segmentos poblacionales que no estaban incluidos, y utilizar tecnologías de punta para jalonar la industria y brindar un servicio inclusivo y exitoso, que para nuestro segmento está ligado a la transacción más importante que puede hacer una familia: adquirir vivienda.

Para ahorrar dinero, tiempo y problemas en este frente, la tecnología ha sido un aliado. Hemos cambiado la lógica del negocio, trabajamos con una plataforma en la que la fijación de precios no depende de la especulación sino del análisis de datos, contamos con un algoritmo que nos permite establecer la lógica de la rotación y evaluar las oportunidades con la certeza de la data del mercado, correlacionando distintas variables.

Actualmente, 82% de las transacciones en Home Capital, El Outlet de Vivienda, se realizan en estratos 2, 3 y 4; esto es evidencia de que la implementación de tecnologías en estos sectores genera impacto y permite facilitar el acceso a la vivienda. Usamos la tecnología para asegurar la transparencia, dar garantía sobre un negocio y mitigar los riesgos de la adquisición de vivienda.

Esa relación de tecnologías y sector inmobiliario seguirá creciendo. La inteligencia artificial se irá abriendo camino para desarrollar modelos predictivos de oferta y demanda, permitiéndonos hacer la diferencia en el sector con tres beneficios:

1. Ser más objetivos: el análisis con base en estas herramientas nos permite eliminar la subjetividad en la toma de decisiones por ejemplo en la valoración de inmuebles.

2. Velocidad de análisis: la inteligencia artificial nos permite estudiar gran cantidad de datos rápidamente, generar comparativos, curvas de demanda y oferta para darle una respuesta a nuestro cliente final en menor tiempo.

3. Autoaprendizaje de conocimiento: conforme se realizan nuevos aprendizajes con la data que se genera, nos permite mantener temas de actualización de datos y pertinencia con lo que pasa en el mercado.

La realidad virtual y aumentada permitirá simulaciones de espacios, de gran ayuda para fuerzas comerciales y clientes; una vinculación de tecnologías y procesos de gobierno, como los notariales y de registro, se traducirán en eficiencia en procesos.