Recientemente, y a manera de reflexión para este fin de año, releía las columnas que he publicado en este espacio y me volví a encontrar con un dato que no deja de ser un testimonio de cómo los sistemas de cable aéreo mejoran la vida de las personas y las comunidades, y es que el estudio ‘Transformaciones urbanas y salud: resultados de la evaluación del TransMiCable’, realizado por investigadores de la Universidad de los Andes, resaltó la reducción significativa en la exposición de los usuarios a agentes contaminantes en el aire.

Teniendo esa data, me surgió la pregunta de qué tanto contamina el transporte en nuestras ciudades y me encontré con respuestas que son alarmantes. Estimaciones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España dicen que el sector transporte produce el 30,7% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en ese país y que el transporte por carretera, por sí solo, representa un 28,4% del total.

Haciendo el esfuerzo de localizar las cifras en Colombia, encontré una información del Departamento Nacional de Planeación y la Alcaldía de Bogotá, dice que en Colombia el sector transporte es responsable del 78% de las emisiones causantes del cambio climático y de la contaminación del aire.

Son bastante dispersos los datos sobre qué tanto contamina el transporte, pero lo cierto es que el desafío no es menor. Es necesario que las ciudades encuentren medios de transporte masivos que sean mucho más sostenibles y amigables con el medio ambiente, y en esa búsqueda de soluciones de transporte más limpias, los teleféricos son una gran alternativa.

De acuerdo con el estudio ‘Green City Deals’, realizado por La Universidad de Düsseldorf y los expertos en sostenibilidad de Denkstatt GmbH, sobre la base de una vida útil de 30 años, un teleférico produce menos de una cuarta parte del equivalente de CO2 generado por otros medios de transporte. Por tanto, tiene la menor huella de carbono de todos los sistemas de transporte público y ofrece un gran potencial para contribuir a la descarbonización de nuestras ciudades.

Además de eso, la revista ‘The Next Level of Mobility: Teleféricos como medio de transporte urbano’ destaca que “el teleférico es un medio de transporte respetuoso con el medio ambiente. No produce emisiones locales gracias a su accionamiento eléctrico. El uso de energías renovables permite que incluso su funcionamiento sea totalmente neutro en cuanto a emisiones de CO2”.

Esa publicación también resalta que los teleféricos son un medio de transporte atractivo desde los urbanístico, rentable y con un tiempo de construcción corto y necesidad de espacio reducida.
En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, los teleféricos, con su bajo impacto ambiental y su alta capacidad, representan una gran oportunidad para transformar nuestras ciudades, con beneficios que van desde la mitigación y adaptación al cambio climático, hasta el beneficio que implica para todos la reducción en la contaminación del aire.