Sobre un pentagrama musical se escriben las notas musicales, los silencios, la clave, la armadura, el compás, el tiempo ( andante, allegro etc ), el carácter ( maestoso, agitato, afectuoso, marcial entre otros). Suelen trabajar sobre este tipo de pentagramas, genios con particulares rasgos de caracterología individual.
El pentagrama también tiene referencias simbólicas míticas, religiosas, esotéricas cuando se plasma como una estrella de cinco puntas. Remite al número áureo, a la sucesión de Fibonacci, a Pitágoras, a fractales. Si es una estrella con un punta hacia arriba, dos a los lados y dos abajo, sugiere el cuerpo humano; si las dos puntas de abajo se colocan arriba y una punta abajo se habla de satanismo y machos cabríos. Apelan a estos pentagramas personas que transitan por diversas tradiciones iniciáticas, religiosas y ocultistas. El propósito central de este escrito, sí bien tiene que ver armonías, tensiones, ritmos, seres humanos, creencias, tiempos y velocidades, se circunscribe al tema del desarrollo sostenible del cual ninguna persona, comunidad u organización se puede sustraer o evadir, toda vez que en el interpela se tramitan sus propias cotidianidades y se juegan sus respectivos destinos.
El desarrollo sostenible llegó para quedarse y es clave que ese concepto no sea objeto de cooptación excluyente para construir trincheras ideológicas; lo suyo es la deliberación democrática y la acción que genere sentido de comunidad.
Un pentagrama para el desarrollo sostenible - pentagrama de la sostenibilidad - tiene 5 dimensiones que se retroalimentan entre ellas en medio de dinámicas complejas y sistémicas, nada mecánicas ni reducibles a leyes deterministas replicables automáticamente en cualquier contexto, territorialmente referenciadas, que implican personas, comunidades y ecosistemas concretos.
Las 5 dimensiones del pentagrama de la sostenibilidad son: económica, social, ambiental, energética y alimentaria.
Ninguna de estas sostenibilidades puede tener vocación de supremacía. Cada una de ellas depende de las otras cuatro. Ninguna puede convertirse en bandera de fundamentalismo ideológico. Todas nos interpelan como personas, como comunidades.
El pentagrama de la sostenibilidad es tema de todos, para trabajar entre todos y para beneficio de todos.
El pentagrama de la sostenibilidad es viable sí y solo sí se logran construir alianzas público-privadas-comunitarias sin caer en trampas de modelos estadocéntricos - mercadofóbicos, ni en trampas de modelos mercadocéntricos - estadofóbicos.
El pentagrama de la sostenibilidad implica más y mejor democracia ( nunca menos democracia) que a su vez demanda más y mejores empresarios de lo privado, de lo público y lo comunitario (empresario no es un cazador de rentas privadas, públicas ni comunitarias), prestos a ejercer el derecho a solidarizarse, participar activamente en gestión del bien común actuando de manera ¨penta-sostenible¨.
En democracia es insostenible que la sostenibilidad sea monopolizada y capturada por una elite, secta o partido, cuando está en juego el bien común, la dignidad de las personas, la comunidad de propósito de un país y la comunión de sentido de una nación.