El sábado pasado, en la tertulia de IL POMERIGGIO, escuchamos cuatro valiosas voces intergeneracionales, con visiones y narrativas complementarias y respecto a los retos actuales del sindicalismo en Colombia.
Carlos Rodríguez ex presidente de la Cut y ex director de OIT para América Latina, Alejandro Ospina presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera y Energética -UTIPEC- y Lucedi Pabón presidente de Sintragobernaciones y miembro del comité ejecutivo de la CGT, hicieron sendas exposiciones comentadas por Alberto Merlano, ex Vicepresidente de Ecopetrol y ex gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá, experto en temas de negociaciones laboral y cultura organizacional.
Comparto mis apreciaciones sobre los temas conversados en la tertulia.
Hubo un consenso amplio en cuanto a la necesidad de reconocer la autonomía sindical como un principio inobjetable dentro de un contexto de sociedad con valores democráticos. Ningún gobierno debe cooptar el movimiento sindical para sus agendas políticas. Ningún sindicato o central de trabajadores debe dejarse conculcar su autonomía y plegarse a los intereses de turno de un gobierno particular.
Sobre la participación de sindicatos en la política, coincidieron que ello, amén de un derecho, es una necesidad ineludible, haciendo claridad sobre la pertinencia de no confundir participación política en función del bienestar de los trabajadores, con adhesión cerrada a ideologías específicas.
El mundo del trabajo se reconoce como espacio de diverso, dinámico y pluralista, imposible de reducir a narrativa excluyentes y colectivistas.
Cambios tecnológicos, nuevas modalidades del trabajo, globalización y la localización del factor trabajo en el contexto mundial, transformaciones sobrevinientes con procesos asociados a la gestión del conocimiento, innovación, inteligencia artificial, el cambio climático, imponen al sindicalismo la necesidad de superar paradigmas del siglo XIX y del siglo XX, basados en la confrontación capital-trabajo y la lucha de clases.
En varios momentos de la tertulia se escuchó de manera repetida la expresión cooperación.
Los retos que hay en materia de sostenibilidad económica, social, ambiental, digital, energética y alimentaria, hacen que el sindicalismo, con su esencial autonomía, asuma procesos internos de transformación que le permita consolidarse dentro de la sociedad civil, como organizaciones “socialmente competentes”, mismo reto que corresponde a otras expresiones civiles como gremios, colegios profesionales, universidades entre otras.
Los testimonios dados por los conferencistas, demuestra que el sindicalismo tiene fuerzas de innovación a su interior, nuevas generaciones irrumpiendo, con profunda consciencia de lo que representa la democracia como bien común.
Coincidieron varios de los contertulios en que la cooptación de la movilización de hoy 1 de mayo, por parte del gobierno Petro, no honra la esencia democrática, pluralista y autónoma del sindicalismo colombiano. Que importante que en el día del trabajo, el sindicalismo reflexiones sobre su autonomía; más y mejor democracia, necesita de más y mejores trabajos, de más y mejores trabajadores.
Felicidades a todos los trabajadores hoy 1 de mayo.