Para muchos ser líder es ser gerente, directivo de una empresa o simplemente ser el jefe. Mejor dicho, tener un cargo. Y no hay tal. El verdadero líder no tiene cargo, ni sueldo ni poder. El poder lo tiene el que manda en una entidad y puede contratar, despedir o aumentar un sueldo, es decir el que tiene cargo.
El líder es la persona de las ideas, el que quieren imitar, el que sigue la gente, el de la opinión, el transformador y el que descubre talentos. Asistí a la versión 2022 del Word Business Forum (Wobi) en Bogotá, un encuentro de empresarios que se reúnen cada año a escuchar las tendencias mundiales sobre comunicación, mercadeo, gerencia, publicidad, marketing y liderazgo. Fueron muchas las figuras, entre ellas el Nobel de Paz Muhammad Yunus, quienes dieron cátedra de liderazgo.
Aquí algunas perlas:
La pereza se puede palpar, según Magnus Scheving, quien en muy claro al señalar que, si encuentra un colaborador que después de tomar agua deja el vaso en el baño, hay que despedirlo, pues por pereza no lo llevó a la cocina. También que hay que echar a las personas que no encajan en el equipo. Además, sostiene que todas las tareas en una empresa son importantes y muchas veces la falla de una persona en una acción simple puede echar abajo un gran negocio. El líder debe ir siempre hacia adelante y así debe tener su cuerpo. Sentarse y echarse contra el respaldar de la silla no es una buena señal.
Los maestros del liderazgo y la gestión no dudan en que hay que tomar ideas de otros países y agregarles valor.
A los emprendedores que buscan ideas de negocios, el creador de Waze, Uri Levine, les dijo que hay que enamorarse de los problemas, y explicó: para comenzar un negocio exitoso hay que buscar y descubrir las necesidades de la gente, los problemas diarios y buscarle soluciones. Y ahí está el detalle de un emprendimiento ganador.
Me llamó la atención alguien que dijo que las personas y los líderes tienen música, y muchos tienen un ritmo en la oficina y otro en la casa, y viceversa. Y a propósito de música, un buen líder tiene que ponerle pasión y energía a lo que hace como al tocar el piano. Entonces la pregunta es: ¿cuál es tu música en casa, en el trabajo o con los amigos?
Estos gurús del liderazgo también insisten en que hay que involucrar la gente y meterla en el juego, y que hay que estar abiertos para encontrar ideas.
Pero para pegarle al negocio triunfador hay que darse y dar permiso de equivocarse y cometer errores. Las personas más creativas son las que se equivocan. Dicen que para dar con el negocio éxitos puede demorar hasta 10 mil horas en lógralo, un poco más de un año.
Un ejemplo de un líder es el Nobel de paz Muhammad Yunus, el llamado banquero de los pobres y quien creo Grameen, donde hacen pequeños préstamos, sin garantía y bajos intereses para combatir los gota gota.
Este líder mundial les propuso en Wobi a los jóvenes organizar clubes de los tres ceros para trabajar por tres grandes líos de la humanidad y llegar a cero calentamiento global, cero concentración de la riqueza y cero desempleo.
Buenos, estos son auténticos aportes para reenfocar el liderazgo.