Filas interminables, productos escaseando, papel higiénico agotado, días especiales para hacer mercado, incertidumbre y dolor para millones de familias. Así estaba la situación en las calles del planeta hace exactamente un año. El mundo entero se paralizó; bueno, casi todo el mundo. Los héroes del campo nunca se quedaron quietos, soportaron la demanda alimenticia global y recibieron el reconocimiento de los residentes de las ciudades, quienes valoraron enormemente su labor.
El Gobierno de Colombia, plenamente consciente de esta realidad, enfocó todos sus esfuerzos en fortalecer y garantizar la continuidad de las labores agrarias e impulsar su reactivación. Desde el Ministerio de Agricultura se implementaron una serie de medidas para reducir el impacto de la crisis mundial y fortalecer las capacidades, sobre todo, de los pequeños y medianos productores del campo nacional, por ejemplo:
1. Se habilitaron líneas especiales de crédito, con muy bajas tasas de interés, por $1,4 billones.
2. Se entregaron apoyos por más de $100.000 millones a ganaderos y productores de maíz, algodón, arroz, papa, entre otros. Casi 120.000 familias se beneficiaron con estos recursos.
3. Se ofrecieron incentivos por $75.500 millones para transporte, insumos y buenas prácticas agrícolas, que beneficiaron a alrededor de 80.000 productores.
4. Se aprobó una Ley para aliviar las obligaciones financieras de los productores rurales.
5 Se formalizaron 18.380 predios, se habilitaron más de 1.850 kilómetros de vías rurales y se realizó el mejoramiento de más 7.697 viviendas rurales.
En la Agencia de Desarrollo Rural, nos sintonizamos con ese propósito y lideramos importantes ejecutorias en ese sentido:
1.Cofinanciamos, por alrededor de $52.000 millones, 37 proyectos productivos integrales en todo el país, beneficiando 3820 familias rurales; y aprobamos recursos por $70.500 millones, para priorizar 87 proyectos más.
2. Otorgamos 400 becas para el diplomado en fomento y sostenibilidad asociativa, que duró un mes y se realizó en alianza con FAO y Fundapanaca. Una apuesta en la que La ADR invirtió $2.228 millones para que los beneficiarios repliquen lo aprendido en sus territorios. Con otras estrategias, logramos impactar a más de 7.000 productores en fomento, formalización y fortalecimiento asociativo.
3. Llevamos por primera vez en la historia, el servicio de extensión agropecuaria al Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. En total, en todo el país, invertimos $4.700 millones para llevar asistencia técnica a 6.510 productores del campo.
4. Vinculamos casi 25.000 productores rurales, a la gran estrategia del Gobierno Nacional de Agricultura por Contrato, una iniciativa que pretende garantizar la venta de las cosechas de nuestros campesinos, enlazándolos con socios comerciales. Superamos la meta de 20.000 que teníamos para el 2020.
5. Beneficiamos 13.348 familias con la rehabilitación de 21 distritos de riego y/o drenaje, invirtiendo en ello casi $50.000 millones. Estructuramos la hoja de ruta para la finalización de tres proyectos estratégicos y firmamos el acta de inicio para la actualización de estudios y diseños de los mismos (Tesalia en 2020, Triángulo del Tolima y Ranchería en 2021), hito clave para su reactivación.
Gracias a este tipo de iniciativas, el sector agro, en contraste con la realidad nacional, presentó cifras positivas el año pasado con un crecimiento de 2,8%, frente a una contracción general de la economía de 6,8%.
Con esto queda claro que sí es posible encontrar noticias positivas, aún en medio de las crisis más profundas. Si quieren hacerlo, hagan zoom en el campo colombiano; un sector en el que se está logrando un impacto positivo, que todavía necesita mucho, pero que siempre saca la cara.