La bala de plata de Colombia en la COP16
En aras de dinamizar el empleo, principal indicador afectado desde la pandemia, los gobiernos del hemisferio occidental ante el deterioro de sus economías presentan en sus latitudes, ambiciosos planes de fortalecimiento en competitividad con la búsqueda del consenso nacional en torno a políticas macroeconómicas con permanencia en el tiempo como políticas de estado.
Hoy, más que nunca, sería lo ideal coordinar esfuerzos bilaterales para optimizar la consecución del denominado nearshoring. En ese sentido, será de gran importancia la COP16 que se desarrollará en Santiago de Cali este mes, donde tendrán escenario la toma de decisiones marco en competitividad para los próximos 20 años.
Sin duda, el mundo esta convulsionado, tenemos como un caleidoscopio distintas aristas que generan tensión. Como resultado, el Gobierno de los Estados Unidos prioriza con trámite de urgencia ante el sol a cuestas del Gobierno Biden, la presentación ante el Congreso de planes de infraestructura, donde la principal victoria no será tan solo “ganar el pulso por el futuro” como dijo el mandatario durante un discurso en Pensilvania cuando los astros se le alineaban hace dos años. Ahora, el panorama es otro, ante la andanada de Trump a los indicadores macroeconómicos de su administración. Antes bien, es un secreto a voces que esta última apuesta gravita en el interés pírrico de reducir la brecha con China a contados días de las elecciones, tratando de dejar a Trump sin munición para remate electoral, quien temporalmente se consolida como líder del lote y virtual ganador.
Ahora bien, tanto en el mundo como en nuestra latitud, la medida contracíclica eficaz con impacto inmediato en la disminución del desempleo siempre ha sido y será la modernización de la economía desde la construcción de hitos en Infraestructura sostenible que se consoliden como un potente motor de desarrollo que se genera en ambiciosas reuniones en escenarios como la COP16.
Ya que, en el actual deterioro económico mundial, el índice de competitividad en la eficiencia de la balanza comercial debe ser el baluarte por proteger. En contraste, gracias a un esfuerzo de varios Gobiernos, Colombia transita por esta senda a partir de la puesta a punto y consolidación de la transición energética sostenible que tendrá su nirvana en la COP 16. Ahora bien, el consenso con los demás sectores de la sociedad civil es clave. Ya que se factibiliza mediante una reforma tributaria en trámite para viabilizar las inversiones del presupuesto general de la nación para 2025.
Colofón: Ante los fenómenos sistemáticos de evasión y elusión en nuestro país, no olvidemos que nuestra nación se raja al tener un funcionario de la Dian por cada 1.000 habitantes. Como resultado, para subsanar esta situación la única alternativa es con la adición del presupuesto.