Se avecinan las elecciones presidenciales en Estados Unidos, con la renuncia del presidente Biden a su candidatura en favor de la vicepresidente Kamala Harris como uno de los grandes acontecimientos políticos del 2024. La estrategia de la campaña de Harris y su fórmula vicepresidencial, Tim Walz, se ha basado en una plataforma vigorosamente anti trumpista. Por tercera vez nos preguntamos ¿cómo es posible que esté tan cerca?

Después de la pandemia, que causó tantos estragos, la invasión rusa a Ucrania y la falta de un alto al fuego en Medio Oriente fueron factores externos que se entrometieron en la narrativa electoral estadounidense. Una negociación entre Hamas y el gobierno de Netanyahu, es altamente improbable mientras no se posesioné el sucesor en la Casa Blanca.

Los extremistas de Maga han intensificado la campaña de Trump en las últimas horas, hasta convertirlo en un aficionado de McDonald’s, situación que aprovecharon para hacerle una sesión de fotos, mientras continúan los insultos, ataques y memes de ambas campañas. Se ha visto toda clase de contenido durante el proceso electoral, como el video de la señora que le grita a Trump “Sálvanos de convertirnos en Brasil”. Ante semejante andanada, no ha habido un espacio para hacerle un fact check riguroso a Trump. Sin embargo, los mensajes en las redes sociales les han llegado a muchas más personas que una entrevista en CNN, por dar un ejemplo.

Elon Musk, con sus mensajes, su chequera y su organización America PAC, ha resultado ser un apoyo incondicional para atraer multitudes. Sus emprendimientos en pro de la campaña del candidato Republicano, han generado la conversación sobre la presión regulatoria que existe en EE.UU. y lo que el CEO de UBS, Sergio Ermotti menciona para el sector financiero denominado arbitraje regulatorio. En Pensilvania, Musk, ha estado muy activo para que su audiencia vote anticipadamente, por correo o personalmente. Yo le preguntaría a Elon Musk ¿Cómo afectará la Inteligencia Artificial (IA) a la libertad de expresión? Pero sus respuestas casi siempre se refieren a vehículos autónomos, eléctricos y, a veces, responde algo sobre el tema de inmigración.

En la campaña de Harris se está notando un esfuerzo por ganar en Nevada, un estado de casinos y apostadores, donde la pregunta 6, también en la votación, establecería la libertad reproductiva como un derecho fundamental en la constitución estatal. Barack Obama se ha burlado de la ética del comerciante Trump, que vende biblias, tenis y un reloj suizo. En campaña ha dicho lo siguiente: “No puedes inventar estas cosas, lo único que le importa es su ego y su estatus. Él ve el poder como nada más que los medios para sus fines.”

Infundir miedo ha resultado ser el denominador común. La participación electoral de los latinos es realmente importante en los estados decisivos. Su voto representa la mayor amenaza para toda autocracia. Seguramente son hijos de emigrantes que aún tienen parientes viviendo bajo la represión, pobreza y hasta el peligro de un colapso del sistema energético en sus países de origen. Son jóvenes que podrían comparar su situación actual con el hecho de no pertenecer a una generación perdida que, bajo un modelo ineficiente fracturó la democracia en sus países, destruyó sus economías y causó una diáspora en el hemisferio.

Los demócratas, por su lado, han perdido parte del tradicional apoyo latino, que tendría con el gobierno de Harris la mejor opción para asegurar un camino hacia la ciudadanía. Vale la pena recordar que cada 30 segundos un latino cumple 18 años en EE.UU. Lo que es cierto, es que el clima en Washington cambiará radicalmente. No hay que dar nada por sentado. Creo que Trump ganará en Pensilvania y Harris en Nevada.