Analistas 12/01/2023

Desastres provocados por el hombre

Empieza el nuevo año con las graves secuelas de los desastres que venimos arrastrando, no solo los producidos por el clima, por ejemplo, sino los provocados por líderes en su afán de protagonismo político y de consolidar su poder. Las acciones y declaraciones de Jair Bolsonaro respaldando, prácticamente, la deforestación en el Amazonas, aumentaron la polarización palpable en los resultados de las últimas elecciones en Brasil. Las heridas recibidas por Bolsonaro en la campaña, lo pusieron en contravía de las opiniones, realidades y alertas que expertos multidisciplinarios han venido develando sobre las críticas consecuencias del mal manejo del medio ambiente en el Amazonas.

Entre ellas, los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG), cada vez más importantes para los inversores internacionales.

Un error garrafal que, en mi opinión, le costó en las urnas votos de estudiantes y de independientes en las ciudades más grandes de Brasil, fueron las preocupantes respuestas que dio en campaña sobre la sostenibilidad ambiental y la protección de las comunidades indígenas. Bolsonaro no solo perdió las elecciones presidenciales, sino que se quedó sin maniobra política a nivel internacional.

En la República Popular China, también “se cuecen habas”. Su presidente, Xi Jinping, después de ser elegido para un tercer mandato, ante la presión popular por el duro golpe que se reflejaba en la economía, levantó las medidas de su política Covid cero. La falta de exactitud en los datos de personas contagiadas generó una emergencia epidemiológica. Según la OMS, es probable, que haya más de 250 millones de infectados en tan solo el mes de diciembre. Mientras tanto, la China, se prepara para abrir sus fronteras, lo que generará una gran ola de turistas a Europa y Hong Kong, entre otros destinos, lo que seguramente producirá, también, una ola de contagios.

Y hablando de nosotros, el presidente Petro inicia el año teniendo que desmentir, por medio de sus ministros, un cese al fuego en el marco del diálogo político entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Algunos asesores cercanos al presidente no han logrado entender por qué se firmó este decreto 2657 de 2022, que le resta importancia a las negociaciones que se llevan a cabo entre el jefe negociador del Gobierno, Otty Patiño, y el grupo armado. Si

Petro, en vez de anunciar el cese bilateral al fuego a finales de diciembre por Twitter, lo hubiera escrito en piedra, como hizo en campaña, me imagino, que no hubiera podido defenderse de sus enemigos políticos. Fue una estrategia de comunicación mal pensada, sin el más mínimo esfuerzo, que dejó claro que el Gobierno Nacional no mantiene a sus funcionarios informados, más bien demuestra algo de despotismo y manipulación de medios.

Varios medios, sin consultar altas fuentes, registraron el cese al fuego en medio de un ciclo de pocas noticias relevantes a fin de año. Peor que todo, la falsa noticia generó una esperanza fallida en aquellos municipios donde la violencia continúa y el Estado no ha podido garantizar sus derechos.

Las políticas de Estado deben garantizar transparencia y precisión, ya que la desinformación y la incertidumbre contribuyen a fomentar la polarización y a afectar la confianza pública en un liderazgo al que le quedan desafíos difíciles.

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