Analistas 14/04/2023

El Yin Yang de Xi

Después de su visita oficial a la República Popular de China, Emmanuel Macron, presidente francés, fue criticado por una mayoría de líderes y analistas políticos, quienes vieron en él, y en sus comentarios, sobre las amenazas nucleares de Putin y la escalada del conflicto entre China y Taiwán una ambigüedad inherente. Lo mostraron como un líder europeo ególatra, insatisfecho con el acuerdo de seguridad entre Australia, el Reino Unido y Estados Unidos, denominado Aukus, que pretende defender a sus socios en el Indo pacífico.

La prensa internacional, en especial, Politico, medio que tuvo la primicia después de la visita del mandatario francés a su homólogo Xi Jinping, concluyó que el presidente francés procuró mantenerse cautelosamente alejado de temas sensibles para el Partido Comunista Chino. Dos ejemplos de ello pueden ser la adhesión de Finlandia a la Otan y el ciberespionaje respaldado por el estado y dirigido a instituciones de investigación en biomédica, robótica y marítima. En el avión presidencial, de regreso a París, Macron amplió para este medio su opinión sobre cómo deberían ser las relaciones entre Francia y la República Popular de China; sin embargo, su equipo del Elíseo, se encargó de que algunos comentarios se quedaran entre el tintero y no fueran publicados.

Una delegación de destacados empresarios franceses lo acompaño durante su visita a Pekín y la provincia de Cantón. El presidente aprovechó la oportunidad para publicar un video en sus redes titulado “Por una dinámica recíproca. Paz, estabilidad y prosperidad”.

El yin de la visita, lo negativo, es que no fue aprovechada para tocar temas como la censura y represión a la oposición de un régimen autoritario, endurecido y nacionalista. Xi Jinping, a quien su edad tampoco lo ha debilitado, se mostró inflexible en su posición frente a Ucrania y mantuvo su retórica agresiva a la eventual unificación de Taiwán. A pocas horas del regreso de Macron a su país, ordenó ejercicios militares en el Estrecho de Taiwán, acción que fue considerada como un acto mediático. Paralela a la visita del presidente francés a su homólogo chino, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen se reunió con Kevin McCarthy, el presidente republicano de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Seguramente observaron con ojos cautelosos la visita de Macron, incluida su estrategia a largo plazo.

Hay pocas personas vivas hoy, testigos del impacto de la bomba atómica en Hiroshima, pero todos recordamos su historia. Por eso, me parece indispensable sostener diálogos y que Macron, no desafíe los planes liderados por Estados Unidos para evitar un eventual ataque nuclear bajo el lema de “autonomía estratégica”. Eso es lo que parece estar haciendo al tratar de que Europa sea un polo independiente, con su teoría.

Hay que evitar a toda costa que estados autoritarios como Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, se vuelvan inflexibles y busquen una confrontación de bloques, que sería una nueva guerra fría, con Pekín y Moscú aliados, lo que prolongaría, aún más, el conflicto en Ucrania. Esperemos que esta coyuntura geopolitíca no se convierta en un callejón sin salida.

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