Haciendo un análisis a los acontecimientos de los últimos meses en esta región del mundo, vemos cómo la estructura demográfica se ha fraccionado. Los jóvenes vienen liderando protestas desde el 18 de octubre en Chile y desde noviembre, con los cacerolazos, en Colombia. Ante esta situación, además de las medidas que se deban tomar a nivel de sociedad, es necesaria la comprensión integral de las posibilidades de inversión que se tienen para enfrentar el momento.
Dentro de los múltiples foros económicos a los que asistí este año, los más recientes fueron el de la Bolsa de Valores de México (BVM), sobre prácticas de inversión responsable y el de Gobierno Corporativo patrocinado por el periódico La República, en Colombia. De ellos, se deduce que en el mundo se está dando un cambio transgeneracional, es decir, el paso de dinero de una generación a otra. Explican los expertos que ello implica nuevos mandatos a nivel de integridad y de conciencia social, por lo que es necesario comprender a los inversionistas y las fuerzas que los impulsan a ese cambio.
Se presenta, con esta coyuntura, la oportunidad de gestionar las inversiones con amplia conciencia social como un nuevo camino en el que las mega tendencias que perdurarán en los próximos años, serán las que tengan que ver con la sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza. En el ámbito económico esto es conocido como factores ASG o, por sus siglas en inglés, ESG (Environment, Social and Governance).
Para esta fuerza demográfica, 2020 será el inicio de una década en la que, para alcanzar estas metas, deberá haber una serie de diálogos sobre cómo sus inversiones se deberán dar con la formalización de compromisos centrados en estándares globales, bajo una misma regulación con la calificación ASG. En términos reales, esto implica cambios significativos en lo económico, lo ambiental y lo social.
Aquellos inversionistas con mejor información y visión a largo plazo podrán exigir a sus gestores la divulgación y trazabilidad de acciones correctas que impliquen mejores prácticas. Por ejemplo, los gestores de fondos de pensión tendrán que estandarizar reportes integrados que le permitan al inversionista profundizar y opinar sobre sus capacidades directas y acertar en la toma de decisiones.
En Turquía y otros países emergentes se vieron cambios por la devaluación de sus monedas. En Colombia, la tasa de cambio del peso alcanzó una cotización máxima histórica frente al dólar este año. En la mayoría de los mercados sensibles a la producción industrial, se podría ver una contracción debido a la desaceleración de la actividad productiva. Esto también puede ser una ventaja para el ecoturismo, teniendo en cuenta las nuevas rutas y proyectos del gobierno actual. Sin embargo, hay que tener consideraciones por el medio ambiente más allá del turismo.
Desde luego que estos cambios demográficos y la incertidumbre que vive el país exigen alternativas para mejorar la calidad de vida. Tenemos que considerar cuáles han sido los motivos de crecimiento en las ciudades intermedias: vínculos laborales, mejoras en seguridad, costos de los servicios, aumento de remesas y flujos migratorios, son algunos de los indicadores importantes para tener en cuenta.
Sería deseable que por medio del emprendimiento pudiéramos generar mayores solicitudes de registro ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), o tener la capacidad y el interés de crear nuevos productos con denominación de origen, que apoyen a estas regiones menos favorecidas. Es el caso de un emprendedor huilense que produce artesanalmente alimentos con carnes maduradas de chivo, que vende en su restaurante. Pero también hay que crear empleo - el desempleo está por las nubes-. Según el Dane, en Colombia la tasa de desempleo de la población joven se ubicó en 17,7%.
Otros aspectos que llaman la atención son los resultados binarios de las elecciones en Estados Unidos dependiendo de su evolución y el manejo del prolongado conflicto entre Hong Kong, China y EE.UU. Los inversionistas deberían aumentar sus niveles de liquidez para el próximo año.
Ninguna generación es igual a la anterior. Si usted pertenece al grupo de viajeros que en vuelos de distancias cortas se sentaba en los asientos traseros para fumar, sin preocuparse por la salud de los pasajeros a su alrededor, tenga en cuenta que ahora hay personas que se preocupan por mantener una dieta basada en plantas y saben de la procedencia de sus alimentos. Pero a la vez, siguen consejos y recomendaciones de inversión sobre un agronegocio o la última hamburguesería, sin ninguna coherencia en su conducta social. Es difícil creerlo, pero esto también ocurre. Así que el cambio se va dar, la cuestión es ¿cuándo?