No es una casualidad que, con tanto fervor, los hinchas de Millonarios estemos celebrando bajo el cielo azul capitalino la obtención del título en el campeonato nacional de fútbol. Fue una noche perfecta. El equipo azul, con el profe Gamero a la cabeza, logró su décima sexta copa frente a sus fanáticos, venidos algunos hasta desde Nueva York para vivir esta final con gran entusiasmo. Los medios y las redes sociales han destacado el gran partido jugado gracias a la jerarquía del rival. La hinchada celebró el triunfo hasta el amanecer y Bogotá, una vez más, demostró que es epicentro de los grandes sueños que tenemos los colombianos.
Gracias al acuerdo logrado por las alcaldías de Bogotá y Medellín, que subsanaron en parte la limitada transmisión por televisión, miles de hinchas en ambas ciudades pudieron disfrutar la intensa jornada en pantallas ubicadas en parques públicos, hasta ver caer del cielo, porque no llovió, la ansiada nueva estrella para Millonarios. Hasta la madrugada hubo celebraciones, alegres y pacíficas, en la capital. Quiero felicitar al doctor Gustavo Serpa, presidente del club, quien vivió en el Estadio El Campín el gran triunfo de su equipo como un fanático más junto a su familia.
Quiero destacar, también, a algunos de los periodistas que cubrieron y ambientaron desde días atrás la gesta azul, con conocimiento y con humor: el doctor Peláez y Martín de Francisco en su programa radial; Antonio Casale, desde RCN; Gabriel de las Casas, quien bromeó con sus amigos, algunos incrédulos, otros hinchas de Santa Fe, sobre la satisfacción de haber salido campeones.
Además de narrar la emoción que viví y que me hicieron vivir como hincha de Millonarios, quiero hacerle un homenaje a mi bisabuelo Antonio César Gaitán, “Richard”, como firmaba su columna Temas de hoy, una de las más leídas en su época. Era un gran soñador y destacado elemento de la sociedad, amante de los deportes en general. Dentro de sus actividades profesionales fue redactor jefe de la sección deportiva de El Tiempo y de El Siglo; director de las revistas Deportes y AS y participó en muchas de las publicaciones deportivas que circulaban en Colombia. Fue representante de numerosas entidades como la Asociación Colombiana de Fútbol y Liga de Fútbol de Cundinamarca. Ingresó al periodismo deportivo en 1924 y fue el mismo director del medio quién le entregó sus credenciales. Lamentablemente, en 1942 y teniendo apenas 41 años y después de narrar un domingo el partido entre Millonarios y Boca Junior de Cali, fue diagnosticado con neumonía. Murió días después. El Tiempo en primera página le hizo un homenaje póstumo donde destacó su afición y primerísima posición en el deporte y también la sensible pérdida para sus colegas con la siguiente frase “Fue uno de los más tenaces y entusiastas luchadores por el desarrollo de los deportes en Colombia”.
Fue un hombre de una extraordinaria energía y dinamismo. Por sus logros y sus contribuciones al periodismo deportivo nacional, hago este recuerdo de su vida y doy fe, de que la mayoría de los aficionados bogotanos tuvimos a un pariente en mente cuando ganó la copa el club Millonarios. ¡Felicitaciones a la hinchada azul! @RumordeCorredor