Mucho se ha hablado recientemente de los retos que enfrenta Rappi a nivel laboral entre sus rappitenderos y la responsabilidad que ellos tienen como empresa.

Más allá de la resolución de este conflicto, que sé que Rappi lo manejará de la forma más responsable posible (porque conozco de primera mano la calidad humana de sus fundadores, ya que juntos entramos a ser seleccionados como emprendedores Endeavor), es imposible no admirar lo que han logrado en cuanto a construir una empresa global y llegar a la valoración de aproximadamente US$1.000 millones.

Creo que no hay otra empresa de tecnología en Colombia que haya llegado a este nivel, y es por eso que debe servir como inspiración para los próximos startups que hoy están en Colombia.

En el camino de cultivar el próximo Rappi, hace dos años entró una aceleradora holandesa al país llamada Rockstart. Cada año seleccionan 10 emprendimientos para impulsar su crecimiento y prepararlos para levantar capital.

Junto con otros emprendedores y fondos de capital de riesgo, este año tuve la oportunidad de participar en la selección de las 10 empresas que entraron a Rockstart para 2019.

De esta selección hay empresas extranjeras como Crowdsquad de México, quienes buscan ayudarle a empresas a reducir su costo de marketing digital a través de un algoritmo de influenciadores. También, Fixme, empresa española que busca ser el Uber de masajes a domicilio.

De los otros ocho emprendimientos que fueron aceptados, entre más de 1.000 que aplicaron a Rockstart, todos son emprendimientos colombianos que buscan, a través de la tecnología, irrumpir negocios tradicionales.

Hay unos, que de hecho están siguiendo los pasos de Rappi - de forma literal - al ofrecer un servicio de domicilios y entregas dentro de las universidades llamado Comida en la U. No solo prestan un servicio similar, sino que también están en más países, llegando a 21 universidades a nivel de Latinoamérica. En un año buscan estar en 100 universidades, y con el apoyo de esta aceleradora y los mentores de la misma, yo creo que lo van a poder lograr.

Pero ser el siguiente Rappi no es algo que se logra sin sacrificio, y sin verraquera como dicen los mismos fundadores de esta app. Muchos no lograrán serlo. De hecho, las estadísticas calculan que 90% de los emprendimientos no llegan a sobrevivir más de tres años. Pero si hay algo que he podido ver en los últimos años desde que cree Tappsi en 2012 hasta lo que he visto hoy estando como CEO de Tpaga, es que cada vez hay mejores emprendedores con experiencia de cómo escalar un emprendimiento, hay más acceso a capital de riesgo y más mentores que pueden servir de guías respecto a qué hacer para aumentar las probabilidades de éxito.

Rappi logró lo que ningún otro emprendimiento tecnológico colombiano había hecho, pero estoy seguro de que entre los lectores y las empresas que existen hoy en el país está el siguiente Rappi. Y que en menos de dos años sabremos cuál es.