Vale la pena seguir apostándole con optimismo a nuevos enfoques que mejoren la relación de los jóvenes con la plata.

Cada generación ha tenido que afrontar grandes retos y desarrollar fortalezas adaptativas para sobrevivir. Aunque en realidad se han convertido en camaleones para afrontar los grandes cambios tecnológicos de los últimos años. Se han acostumbrado a la experimentación, a tener más de un ingreso, estudiar varias carreras y apostarle al emprendimiento para hacerse con un sustento en la vida, y lograr la tan anhelada independencia financiera a los 30 o incluso 40 años.

Parece que en otras décadas la dureza de las circunstancias pagaba sus réditos, facilitando la compra de casa propia y vehículo. Según un estudio de Deloitte de 2022, muchos expresan cierto pesimismo respecto su futuro financiero, 46% de los centennials encuestados manifestó vivir al día con su sueldo y tener preocupación por poder cubrir sus gastos, y 26% tampoco tiene certeza que contará con buenas condiciones para su retiro. Sin embargo, desde mi mirada, este sentir lo podemos transformar, brindándole a los jóvenes educación financiera y las herramientas necesarias para gestionar su presente y futuro.

Contrario a lo que podría pensarse, los Centennials también han sido los guías de otras generaciones en el proceso de digitalización de la banca, y en muchos casos los roles se han invertido en relación con la administración del dinero en los hogares. En Nequi, hemos observado cómo 39% de nuestros usuarios pertenecen a esta generación, y muchos de ellos han incursionado en el mundo de las finanzas digitales a una edad temprana. Además, 2 de cada 5 consumidores de la Generación Z están buscando abrir nuevos créditos, y 48% de los préstamos se otorgan a personas entre los 18 y 29 años.

Una relación saludable con la plata es esencial para el bienestar individual y colectivo. Al fomentar la educación financiera desde temprana edad y proporcionar herramientas digitales que faciliten la toma de decisiones responsables, podemos empoderar a los Centennials para que gestionen sus recursos de manera consciente y eficiente. Pero quizás es la manera como nos hemos acercado o la metodología que se ha utilizado la que no ha conectado con lo que sienten, viven y buscan.

Un ejemplo claro son las dinámicas de trabajo y desarrollo en el ámbito profesional. El trabajo híbrido y remoto se ha convertido en un atractivo para esta generación. Además, el emprendimiento y el nomadismo digital los han vuelto multitasking, y en busca de equipos de trabajo donde exista mucha más horizontalidad y el respeto se gane por el conocimiento y no por la jerarquía. Desde Nequi lo hemos evidenciado con Flipcat (catalogo para emprendedores) en el que 50% de los usuarios con Centenials.

La tecnología es la tela de fondo de la vida de los Centennials, quienes son verdaderos “nativos digitales”. La interacción constante con las pantallas ha dado forma a su manera de procesar la información: prefieren contenido visual y fragmentado, como videos e infografías.

La gamificación, otra característica definitoria, ha moldeado sus experiencias. Crecieron rodeados de videojuegos y han incorporado su mentalidad lúdica en la educación y el trabajo. Las experiencias gamificadas resultan más atractivas y efectivas para involucrar a esta generación en el aprendizaje y otras actividades cotidianas.

Además, la conciencia social y ambiental de la Generación Z representa una oportunidad para impulsar cambios positivos en nuestra sociedad. Su compromiso con la sostenibilidad y la inclusión puede inspirar a empresas y marcas a adoptar prácticas más responsables y éticas, y muchas de sus metas de ahorro, créditos e inversiones están guiadas hacia este tipo de objetivos.

Por lo que hay buenas bases de las cuales se puede partir, pero ir a campo y hablar con estos jóvenes y crear esas nuevas categorías puede ser una labor bastante interesante y enriquecedora. Puede que sepamos el ‘qué’, pero el ‘cómo’ está cambiando constantemente y este proceso debería ser parte una formación que ayude a definir mejor esa transición de jóvenes a adultos.

Cada día me convenzo más de que, al trabajar juntos, podemos construir un futuro financiero más inclusivo y próspero para todos. La Generación Z tiene el potencial de liderar un cambio positivo en nuestra sociedad, y estamos listos para acompañarlos en este viaje hacia un futuro financiero exitoso y sostenible.