Consolidar un sector transporte más limpio y sostenible ha sido una las banderas del presidente Iván Duque. Esa apuesta tiene en el fomento de la movilidad eléctrica una de sus más importantes estrategias, partiendo de la condición única que tienen los vehículos eléctricos de ser “cero emisiones”, a diferencia de otras tecnologías de venta masiva, como los híbridos, los vehículos a gas o los motores diésel con estándares Euro VI.
Esto tiene varias razones. Por un lado, la contribución que tienen estas tecnologías al mejoramiento de la calidad del aire, al eliminar las emisiones de material particulado al ambiente. Y por otro, su participación en la meta de reducción de emisiones de CO2 que se puso el país ante el Acuerdo de París, la más ambiciosa de América Latina: bajar las emisiones un 51% para 2030.
El aporte de la movilidad eléctrica es fundamental en esto, y así lo ha entendido el Gobierno. Por eso viene desarrollando un arduo trabajo, que partió por la formulación de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (Enme), la hoja de ruta para esta materia, que incluye acciones desde varios ministerios. En desarrollo de la Enme, el país ha implementado medidas para incentivar a la ciudadanía a acercarse y apropiarse de esta tecnología, que incluyen un impuesto vehicular de 1%, descuentos en el Soat, 0% de arancel para estas tecnologías, parqueaderos preferenciales y exención de pico y placa, entre otras.
Gracias a esas medidas, en tan solo tres años el país ha duplicado, y un poco más, la cantidad de vehículos eléctricos inscritos ante el Runt. En agosto de 2018 teníamos 2.165 registrados, y para agosto de 2021 se tienen 4.849.
Recientemente, desde el Ministerio de Transporte y junto al de Ambiente, agregamos una pieza más a ese rompecabezas: un descuento de 30% en la revisión técnico-mecánica y de emisiones contaminantes para los vehículos eléctricos, que quedó definido en la Resolución 20213040039485, promulgada el 7 de septiembre. Este nuevo incentivo fue resultado de una revisión exhaustiva de los procesos que se realizan en este trámite, y se da luego de tener la participación de los diferentes actores involucrados.
No sobra recordar la importancia de la revisión técnico-mecánica para el transporte, la seguridad vial y el medioambiente. Este proceso revisa el correcto funcionamiento de diferentes partes del vehículo, como llantas, frenos y luces, garantizando que se encuentran en óptimas condiciones para recorrer las vías del país.
Por eso, se trata de la mejor medida preventiva para que no se presenten fallas mecánicas que ocasionen siniestros viales, además de asegurar que los vehículos cumplen con los estándares mínimos de emisiones contaminantes. Si bien esta última parte no aplica del todo para los vehículos eléctricos por su misma naturaleza, sí es cierto que un buen mantenimiento, certificado por las entidades pertinentes, también es clave para la calidad del aire.
La movilidad eléctrica llegó para quedarse y ayudarnos mejorar la calidad del aire en el país. Es una apuesta por un mejor futuro, en la que pueden participar los conductores de vehículos particulares, los sistemas de transporte público y los transportadores de carga, gracias a las diferentes opciones que se encuentran. Está comprobado que se trata de una movilidad competitiva, segura y ambientalmente sostenible.