A cinco días de que los estadounidenses elijan a quién ocupará la Casa Blanca durante los próximos cuatro años, el panorama electoral revela una contienda reñida entre la actual vicepresidente Kamala Harris y el expresidente Donald Trump. Las últimas encuestas muestran una carrera prácticamente empatada, con Harris manteniendo una ventaja mínima de menos de un punto porcentual, su menor margen desde mediados de agosto. La elección del nuevo presidente de la principal potencia económica del mundo supone una atención especial de los mercados globales, que esperan saber cuál será el rumbo de la agenda económica que tomará el país en los próximos años.
Si bien la reducción del desempleo al 4,1% y la desaceleración de la inflación al 2,4% en septiembre de 2024 disminuyen el riesgo de recesión en Estados Unidos, el país aún enfrenta retos económicos para mejorar su desempeño. Los candidatos presentan propuestas distintas en temas como inflación, déficit fiscal y programas de ayuda social. Harris propone prohibir la especulación de precios en alimentos, aumentar incentivos para vivienda y reducir los precios de medicamentos, mientras Trump busca subir aranceles de importación de 10% a 20%, e incluso al 60% para China, y desregular la economía para reducir impuestos a empresas y personas.
Aunque Harris se muestra levemente como favorita en las encuestas nacionales, ubicando la intención de voto en 49% frente a 48% de Trump, esto no necesariamente refleja el resultado final, dado el funcionamiento del Colegio Electoral estadounidense. La presidencia probablemente se decidirá en siete de los estados péndulo clave que se mantienen en disputa. Pensilvania, Nevada y Wisconsin están en empate técnico. Por su parte, Michigan muestra una ventaja para Harris de menos de un punto, mientras que Carolina del Norte se inclina por un margen similar hacia Trump. Georgia y Arizona presentan una ventaja para Trump, con márgenes de uno y dos puntos porcentuales, respectivamente.
En términos del Colegio Electoral, la situación actual muestra a Harris con 226 votos electorales seguros y a Trump con 219, dejando 93 votos en disputa. Considerando que se necesitan 270 votos para ganar la presidencia, ninguno de los candidatos tiene un camino claro hacia la victoria. El gráfico 1 ilustra la evolución del margen en el promedio de las encuestas nacionales para los dos candidatos. Como se observa, el partido demócrata consiguió el liderato desde inicios de agosto y el margen se incrementó desde que se oficializó la campaña de Kamala Harris en la Convención Demócrata. Sin embargo, esa ventaja se ha venido reduciendo desde mediados de septiembre. Ahora bien, Harris ha logrado mantener la ventaja en algunos estados clave como Michigan, Nevada y Wisconsin.
Esta elección se perfila como una de las más reñidas en la historia reciente de Estados Unidos. La victoria probablemente se decidirá por márgenes mínimos en los estados péndulo. Por eso, la atención ahora se centra allí, donde cada voto podría ser decisivo para determinar al nuevo presidente de Estados Unidos que definirá una nueva agenda en materia económica que incidirá tanto en la economía local como internacional.
Comentario económico del día de Anif en colaboración con el equipo de Investigadores de la entidad.