En Anif hemos venido desarrollando una serie de diagnósticos y propuestas para los distintos frentes del Plan Nacional de Desarrollo. En este Comentario Económico profundizamos en lo relacionado con los avances y la profundización del turismo en el país como motor de crecimiento económico. Colombia tiene grandes potenciales inexplorados y oportunidades de mejora en este frente. Pero hay grandes y marcadas brechas que se deben cerrar para así lograr un crecimiento sostenible del sector que involucre y aproveche la diversidad del territorio.
Colombia: país abierto, diverso, un destino de aventura
El turismo es un sector de gran relevancia para la economía colombiana. Por ejemplo, representa cerca del 60% de las exportaciones totales de servicios, en donde los servicios de comida, transporte, bienes raíces y de vivienda de alquiler son los de mayor dinamismo. Además, antes de la pandemia, el valor agregado turístico presentaba un crecimiento sostenido al pasar del 1.9% del PIB en 2015 al 2.6% en 2019, aunque el golpe de la pandemia hizo retroceder esta cifra al 1.6% para 2021. De igual forma, el número de viajeros extranjeros cayó de 2.8 millones durante 2019 a poco más de 1 millón en 2021, como consecuencia del contexto por la emergencia sanitaria.
Aunque el turismo colombiano destaca en mediciones internacionales y cuenta con cifras relevantes, sobre todo en turismo de negocios, aún hay un importante espacio de mejora y un enorme potencial inexplorado en el turismo de aventura, natural y cultural. Lo anterior, dado a la alta biodiversidad, variedad de pisos térmicos, costas y montañas, selvas, desiertos, bosques y nevados que tiene el país. Colombia cuenta con un sistema nacional de parques con 58 áreas protegidas, que cubren alrededor de 14 millones de hectáreas, con un potencial inmenso para el turismo natural, que es particularmente valioso en contexto post-covid, en el que los viajes a la naturaleza se han vuelto atractivos hasta para los viajeros menos aventureros.
El rezago de Colombia ocurre porque en el sector predominan los proveedores informales que prosperan en un vacío de observancia y de información efectiva para los turistas. Esta situación se traduce en una generación de ingresos relativamente baja y un alto impacto ecológico, al tiempo que, para los turistas potenciales, supone dificultades en la planeación de viajes y riesgos de seguridad. Eso genera baja competitividad, menores ingresos y pocos incentivos para invertir en este tipo de actividades.
Adicionalmente, hay una gran concentración del número de viajeros en ciudades principales y destinos tradicionales. Solo en Bogotá, Bolívar, Antioquia, Valle del Cauca, el Archipiélago de San Andrés y el Atlántico se agrupa el 90% de los destinos de los turistas extranjeros (Gráfico).
Propuesta: Promover el turismo cultural y natural en regiones con alto potencial y propender por la formalización de los proveedores de servicios turísticos
En respuesta al diagnóstico presentado, en Anif consideramos primordial promover el turismo cultural y natural en regiones con alto potencial y propender por la formalización de los proveedores de servicios turísticos, a partir de las siguientes propuestas.
Diversificación y desarrollo de los destinos turísticos, y generación de turismo de alto valor (cultural y de naturaleza) en beneficio de las comunidades
En este frente es fundamental promocionar departamentos que cuentan con un alto potencial en turismo natural y cultural. Además, se debe mejorar la percepción del país en términos de seguridad como parte de una política amplia e integral de seguridad y paz. Para garantizar la seguridad de los turistas en las carreteras y en los destinos, es necesario contar con mayor vigilancia en las terminales de transporte e incrementar el pie de fuerza de la policía de turismo.
Para poder fomentar la diversificación de destinos turísticos, el Gobierno Nacional debe enfocarse en el desarrollo de infraestructura adecuada para el transporte y las comunicaciones hacia los lugares turísticos y dentro de los mismos, mientras que los gobiernos regionales, por medio de acciones conjuntas de los sectores público y privado, deben concentrar sus esfuerzos en la dotación de servicios públicos y en el mejoramiento de atractivos turísticos.
De forma paralela se requiere de la promoción efectiva de Colombia como destino turístico, país abierto, diverso y destino de aventura en acción conjunta del Mincit con Fontur y ProColombia, así como desarrollar productos de alto valor con el apoyo de Artesanías de Colombia.
Finalmente, es primordial contar con una lista de operadores autorizados disponibles en plataformas oficiales y lograr una mayor visibilidad en páginas web y en eventos de turismo nacionales e internacionales.
Incrementar la formación técnica enfocada en el turismo de alto valor
Para esto se propone fortalecer las certificaciones técnicas relacionadas con turismo, alojamiento, restaurantes y demás actividades con apoyo del SENA, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura. Además, en cabeza del SENA, se debe fortalecer la capacitación semipresencial en un segundo idioma con enfoque técnico en función de la actividad turística desempeñada. De igual forma, se debe propender por la incorporación de contenido relacionado con las actividades turísticas desde los colegios, de acuerdo con las necesidades de los habitantes de las regiones. Por último, se deben incorporar temas de turismo sostenible y ecoturismo a través de instrumentos de la política nacional de educación ambiental.
Aumentar la formalización de los proveedores de servicios turísticos y estándares de buenas prácticas
Los esfuerzos en esta materia deben incluir la caracterización de prestadores de servicios turísticos, a través del fortalecimiento de la muestra trimestral de agencias de viaje y la muestra mensual de hoteles. Eso, acompañado de una serie de incentivos tributarios para la formalización en los primeros años de registro de la actividad.
Finalmente, se debe ejecutar y promover programas de aseguramiento y de gestión, así como establecer estándares de calidad, protección ambiental y seguridad mínimos para los prestadores de servicios turísticos que deseen obtener recursos o programas de apoyo públicos.