El pasado 31 de enero, el Dane presentó las cifras de empleo para diciembre de 2022 y también las cifras promedio para todo 2022. Aunque el año tuvo varios meses con números que mostraron una recuperación del empleo acelerada, con el paso de los meses ese ritmo disminuyó, por lo que aún nos ubicamos a una distancia considerable de las tasas prepandemia. De igual forma, la velocidad de la recuperación de la actividad económica no estuvo acompañada con el mismo desempeño en la recuperación del empleo.
El dato de desempleo de diciembre se ajusta a las predicciones que hemos hecho en Anif en los últimos meses. Vemos que existen afectaciones al empleo por el lado de la demanda, debido a las presiones inflacionarias y decisiones de política monetaria que ya se traducen en una menor capacidad de pago de los hogares y por tanto contraen la necesidad de nuevos empleos. De forma paralela, por el lado de la oferta, hay una mayor cantidad de desocupados que supone una presión más alta al mercado laboral, que, en conjunto con problemas estructurales profundos, empujan el desempleo al alza. Con lo anterior presente y ante un complejo panorama local y global en 2023, la tasa de desempleo nacional podría presentar un deterioro en los meses próximos.
Principales resultados de diciembre
El desempleo en diciembre de 2022 se ubicó en 10,3% (0,8pp menos que en diciembre de 2021), lo que implicó un regreso al terreno de los dos dígitos luego de que octubre y noviembre tuvieran registros menores a 10%.
Con eso, el desempleo promedio para 2022 fue de 11,2%, una cifra que muestra que la recuperación de la economía fue superior a la del empleo, pues nunca recuperamos niveles de ocupación como los que vimos justo antes de la emergencia sanitaria, mientras que la economía sí superó los niveles prepandemia.
Por su parte, las 13 ciudades principales reportaron una tasa de desempleo de 10,8%, que representa una disminución de 0,6pp frente al mismo mes del año anterior (11,4%). Con eso la tasa de desempleo promedio de las 13 principales ciudades fue de 11,4%. Durante 2022 esos dominios geográficos impulsaron de forma más que proporcional la recuperación del empleo, haciendo evidente el reducido tamaño del mercado laboral, los mayores problemas y la alta vulnerabilidad en el resto del país ante las mayores presiones de generación de empleo. Comúnmente la brecha entre la tasa de desempleo de las 13 ciudades principales y la tasa de desempleo del total nacional es mayor a la que se presentó en 2022, siendo usual que sea más alta en las principales ciudades de Colombia. Por tanto, la pérdida de dinámica en los últimos meses y las evidentes dificultades en el resto del territorio ante nuevas presiones en el mercado de trabajo, auguran un panorama difícil para el presente año.
Análisis de la tasa de desempleo desestacionalizada
La TD desestacionalizada de diciembre de 2022 se ubicó en 11,3%, lo cual representó un salto de 0,5pp frente a 10,8% observado en noviembre del mismo año. Por tanto, aunque el promedio del último trimestre de 2022 mostró cifras de tasas de desempleo de un dígito, al aislar el efecto estacional de la serie, se concluye que nos encontramos oscilando en niveles cercanos a 11% aún lejos del anhelado dígito único conseguido en algunos años de la década pasada. Además, preocupa que diciembre solo muestra una cifra más baja que la de los tres primeros meses de 2022 y es superior a todos los demás, dando señales de estancamiento o incluso deterioro en la generación de empleo.
Junto a lo anterior, es importante hacer énfasis en que el Banco de la República encuentra que el mercado laboral colombiano es estrecho (muchas vacantes relativo al número de desempleados). El caso colombiano es raro de ver: una economía con tasas de desempleo de dos dígitos y aún muchas vacantes disponibles parece inverosímil. En consecuencia, en Anif hacemos énfasis en la urgencia de corregir serios problemas estructurales que dificultan la generación de empleo en el país.
Perspectivas 2023 y panorama preliminar de enero
El 2023 augura un año complejo en materia económica para Colombia. Como mencionamos en nuestro Informe Semanal 1565 del 13 de enero “Cifras que despiden al 2022”, a pesar del camino recorrido en la recuperación, para 2023 se espera una desaceleración económica, tanto por la posibilidad de recesión en Estados Unidos y Europa, como por un comportamiento normal de la economía, luego de un periodo de recalentamiento con alta inflación, por un elevado crecimiento impulsado principalmente por el consumo y una política monetaria contractiva, que es acorde con el objetivo principal del Banco de la República.
Las proyecciones de Anif nos indican expectativas de crecimiento para 2023 entre 0,9% y 1.4%, que son aún menos pesimistas que las proyecciones de la autoridad monetaria (0.2%). Todo lo anterior conduce a que nuestras expectativas sobre la capacidad de la economía de generar puestos de trabajo con las condiciones actuales señalen un ligero deterioro. A esto, se suman los posibles impactos que puede tener el aumento del salario mínimo en casi 2 puntos por encima de la regla técnica de inflación más productividad.
Algunas señales adicionales las aportan las encuestas de pulsos. Por un lado, el Índice de Confianza Empresarial ha mostrado un deterioro en las expectativas a futuro y en la percepción sobre la situación económica nacional. De forma similar, los consumidores también ven con mayor desconfianza su futuro individual y la situación económica del país. Finalmente, las personas consideran, en mayor proporción, que la situación de empleo en el país se mantendrá igual o empeorará durante los meses venideros.
Con esto presente, para el cierre de 2023 continuamos con nuestra proyección de tasa de desempleo promedio del año entre 11,5% y 12%, que es considerablemente mayor a 11,2% que se logró en promedio en el 2022. Para el mes de enero que recién culminó, nuestras proyecciones indican una tasa de desempleo entre 13.5% y 14%, lo que representaría una disminución de entre 0,6pp y 1,1pp en comparación con enero de 2022.