En agosto de 2024, la tasa de desempleo (TD) se ubicó en 9,7%, lo que representó un aumento de 0,4 puntos porcentuales (pp) respecto a agosto de 2023. Este resultado prolonga la tendencia de deterioro del mercado laboral que se viene observando desde junio. La principal causa del incremento en el desempleo fue la disminución en la tasa de ocupación (TO) que cayó -0,2 pp (58,3% en 2024 vs 58,5% en 2023). Este decrecimiento coincidió con un aumento en la tasa global de participación (TGP) de 0,1 pp (64,5% en 2024 vs 64,6% en 2023). Por su parte, la TD desestacionalizada se mantuvo en 10,0%, igualando la cifra de julio, lo que indica que, eliminando el efecto calendario, no hubo ninguna mejoría en el mercado laboral.

Al ver las cifras por rama de actividad, se observaron contribuciones positivas en las actividades artísticas y otros servicios (194.000), el comercio (158.000) y el alojamiento y servicios de comida (116.000). En contraste, las actividades que más contrarrestaron la ocupación fueron la construcción (-83.000), la administración pública (-73.000) y las actividades financieras (-59.000). La recuperación del comercio es una buena noticia, dado que es una de las ramas que más impulsa el valor agregado de la economía y la generación de empleo. Sin embargo, la contracción en la construcción y la administración pública resulta preocupante, ya que son sectores fundamentales del mercado laboral y su deterioro compromete la consolidación del empleo en el país.

Por otro lado, a lo largo de 2024 se ha registrado una caída notable en la TGP. En los primeros ocho meses del año, la cifra solo ha crecido en tres de ellos y, al comparar el promedio de la TGP entre enero y agosto de 2024 (63,9%) con el mismo periodo de 2023 (64,2%), se observa una reducción de 0,3pp. Esto indica que cada vez menos personas están participando del mercado laboral, lo que, en parte, ha contribuido a que la tasa de desempleo se mantenga en un solo dígito, ya que, si menos persona participan del mercado, menos personas se pueden considerar desempleadas.

En ese sentido, realizamos un ejercicio sencillo para ilustrar el efecto de la caída en la TGP sobre el mercado laboral en lo que va de 2024. Tomamos el promedio de cada mes de la TGP de los cinco años anteriores a la pandemia y recalculamos la TD utilizando la TO actual (ver gráfico 1). Cabe aclarar que en este ejercicio se mantuvo la misma tasa de ocupación, por lo que se asume que un aumento en la TGP no afecta la cantidad de puestos de trabajo activos. En otras palabras, aunque más personas ingresen al mercado laboral (oferta de trabajo), la demanda de empleo permanece constante. Es plausible asumir este comportamiento, dado que, si el mercado quisiera absorber más mano de obra, utilizaría el capital humano desempleado actualmente. Tal como lo muestran los datos, eso no sucede.

Esta aproximación es simple y entendemos que tiene algunas salvedades. Por ejemplo, uno de los problemas más importantes que presenta el mercado laboral actualmente, donde la oferta no tiene las cualidades que requiere la demanda. Es decir, que nuevos ingresos de personas con una cualificación distinta a las que ya participan del mercado laboral, podrían ser contratadas. Sin embargo, nuestro ejercicio es una forma ilustrativa de entender cuál es el impacto de que las personas dejen de participar del mercado de trabajo, manteniendo todo lo demás constante.

Los resultados muestran que, de haberse mantenido la TGP en niveles prepandémicos con la TO actual, el país habría registrado tasas de desempleo significativamente más altas, persistiendo las cifras de dos dígitos a lo largo del año. Específicamente para el mes de agosto, la TD calculada con la TGP prepandémica sería 2,1pp superior a la TD actual. Esto muestra que la salida masiva de personas de la fuerza laboral ha contrarrestado la insuficiente creación de puestos de trabajo de la economía, lo que no necesariamente indica un mejor desempeño del mercado laboral.

Desde Anif hemos señalado en repetidas ocasiones que el mercado laboral no ha logrado generar suficientes puestos de trabajo para absorber a toda la población, lo que es resultado de la lenta dinámica económica que atraviesa el país. Asimismo, la mayor proporción de personas que salen de la fuerza de trabajo es solo un indicativo de las condiciones actuales del empleo luego de la reactivación, que se mantienen lejos de las tasas de participación previas a la pandemia.