Les confieso que nunca he estado en Aguadas. Sé que es un pueblo muy bonito entre Manizales y Medellín y que fue parte del Viejo Caldas, como en su época lo era Santa Rosa de Cabal donde nació mi hermosa Madre. Que en paz descanse.
De Aguadas salió una de las leyendas más famosas que tenemos los colombianos: El “Putas de Aguadas”. Nada de nervios por favor, si usted lo está leyendo es porque en La República ya lo aprobaron. La leyenda nos cuenta que El Putas de Aguadas es un hombre que todo lo puede y nada le teme, el que a punta de coraje y visión logra lo que se propone. El verraco, el duro para ponerlo en otros términos.
Esa leyenda permeó las costumbres de los empresarios de Colombia. Recuerdo escuchar la historia de un empresario que cuando le decían que hay que contratar a otro vendedor, el respondía: “Busquen uno pero que sea de Aguadas”.
La razón por la que la leyenda del Putas es tan pegajosa es porque los humanos tenemos una tendencia muy fuerte por la acción; por construir; por agregar. Nadie se hace famoso por dejar de hacer; la fama y los premios se basan en lo que la persona hizo.
La leyenda del Putas de Aguadas opera bajo la premisa de que los problemas se abordan en lo que en filosofía se llama la Vía Positiva. Es decir, la mejor forma de resolver un problema es haciendo cosas nuevas, creando o para estar a la moda “reinventando”. Esto supone que conocemos la causa del problema y podemos generar acciones rápidas.
La otra forma de aproximarse a un problema es por Vía Negativa. Esto requiere controlar nuestro instinto por hacer y enfocarnos en qué se puede dejar de hacer. Se trata de la premisa de que en la vida lo más importante es entender qué debe uno evitar. Porque al final nosotros tenemos mucha más certeza de lo que no funciona que de lo que eventualmente puede funcionar.
En la salud el concepto de Vía Negativa es crucial. Es mucho mejor y más eficiente por Vía Negativa dejar a un lado los malos hábitos como comer comida chatarra, que desarrollar, por Vía Positiva tratamientos contra el colesterol y la obesidad. También dejar de fumar es infinitamente mejor que fumar y tener que someterse después a un tratamiento contra un cáncer de pulmón.
El problema es que en estos casos por Vía Negativa se acaba el negocio para varios sectores. Por eso, a pesar de que no hace sentido socialmente, seguimos teniendo comida chatarras o bebidas azucaradas por un lado y costosos tratamientos médicos contra sus consecuencias por el otro.
La sociedad de consumo se basa en hacernos creer que por Vía Positiva, con un carro más caro o un viaje más exótico entre otras cosas, podemos ser más felices. Pero cada vez es mas claro que es mejor concentrarse en minimizar las cosas que nos hacen infelices por Vía Negativa, que agregar complejidad y más chécheres a nuestra existencia.
Vía Positiva y Negativa no son opuestos y deben operar juntos. Pero la primera aproximación a un problema debe siempre ser la Vía Negativa. En vez de llamar al Putas de Aguadas que tenemos todos adentro y comenzar a hacer, deberíamos pensar primero en Vía Negativa; qué dejamos de hacer, qué tenemos certeza que no está funcionando para dejar de hacerlo y, a partir de ahí, ver cómo podemos agregar.
En los negocios que necesitan algún tipo de reestructuración operativa, es mejor preguntarse qué actividades hay que dejar de hacer inmediatamente antes de entrar, cual Putas de Aguadas, a cambiar todo lo que se ha hecho. Esas reestructuraciones tipo “tierra arrasada” son costosísimas y rara vez funcionan.
Les confieso que para mí esto no es fácil. A pesar de lo poderoso y simple que es abordar los problemas por Vía Negativa, mi instinto del Putas de Aguadas siempre puede más. Puede ser que a usted también le pasa, puede ser porque somos humanos y queremos sentir que estamos haciendo, generando y solucionando. También yo tiendo a pensar que algo del Putas de Aguadas se me quedó en mi ADN.
¿Será que es por la cercanía de Aguadas con Santa Rosa?