La contaminación ambiental está repercutiendo en la vida de millones de seres humanos. Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) la polución cobra la vida de 3,5 millones de personas cada año en el mundo. En Colombia, 10.527 muertes fueron atribuidas a la baja calidad del aire en 2015.
Este es un tema crítico que debe ser afrontado por los gobiernos y el sector privado. Uno de los responsables de la mala calidad del aire es la circulación de millones de vehículos -se estima que cerca de la mitad de los contaminantes en la atmósfera provienen de fuentes móviles.
La buena noticia es que muchos países y ciudades están migrando hacia la movilidad limpia y han establecido fechas para prohibir la circulación de vehículos con motores de combustión interna. Noruega se fijó como meta 2025, Holanda en 2035 mientras que Francia y el Reino Unido los años 2040 y 2050, respectivamente.
A pesar de los esfuerzos realizados el número de carros eléctricos no supera el millón y medio en el mundo y la meta es tener más de 100 millones de unidades a 2060. En Colombia, circulan cerca de 1.000 carros eléctricos y la meta de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) es tener 400.000 rodando a 2030.
Por eso, expertos nacionales y extranjeros, representantes del Gobierno y del sector privado realizaron un llamado para seguir adoptando medidas que promuevan la movilidad limpia, durante el Primer Encuentro Internacional de Movilidad Eléctrica del World Energy Council, en la capital del país.
El Grupo Energía de Bogotá también presentó sus propuestas. Hay que promover políticas y normas para desincentivar el uso de vehículos contaminantes y acelerar la sustitución del parque automotor hacia tecnologías limpias. También hay que facilitar los incentivos porque los requisitos para acceder a los beneficios fiscales se convierten en una barrera de entrada para usuarios y empresas. Se debe promover que la contribución de la energía eléctrica disminuya de 20% a 8,9% en puntos de carga dedicados a estos vehículos para que los precios sean más atractivos.
Pero no basta una política pública que apoye el cambio; también se requieren estrategias por parte de las empresas, que deben liderar el cambio. Debemos estructurar programas financieros y comerciales que faciliten el acceso a los vehículos eléctricos. Por ejemplo, se pueden impulsar la instalación de puntos de carga en residencias, oficinas y lugares públicos estratégicos
El Grupo Energía de Bogotá le está apostando a la movilidad limpia y para ello estamos realizando estudios para medir los costos económicos y en salud, los requerimientos de política y estrategias comerciales y financieras que se deben poner en marcha para lograr su desarrollo. Esperamos con nuestros socios liderar el cambio. Las políticas son claves, pero las acciones de las empresas en los distintos mercados también lo son.