Aire del covid y el fracaso de cuarentenas
El pasado lunes, el medio alemán Der Spiegel informó que un grupo de expertos de ese país en investigación de aerosoles envió una carta a la canciller Angela Merkel, urgiéndola a cambiar su estrategia para enfrentar el covid. Como se sabe, Alemania, alguna vez considerada referente en la materia, se encuentra arrasada por una ola de contagios que ha llevado el sistema de salud a niveles críticos.
Como respuesta, el gobierno de Merkel ha hecho lo que muchos otros han intentado sin éxito: endurecer las medidas de restricción de libertad. En reacción a ello, los científicos le explicaron a la canciller que “si queremos controlar la pandemia, lo primero que debemos hacer es sensibilizar a la población de que el peligro se encuentra adentro”, es decir, en espacios cerrados. Enseguida agregaron con frustración: “Lamentablemente, hasta el día de hoy los hallazgos esenciales de nuestro trabajo de investigación no se han traducido en acciones prácticas”.
Esta afirmación sólo confirma el hecho de que, como la pandemia se ha convertido en casi todas partes en un asunto de política y de sensacionalismo mediático, parte esencial de la evidencia ha sido ignorada para lidiar con ella.
Según el grupo de expertos que escribe a Merkel, entre los que se encuentrael presidente de la Asociación de Investigación de Aerosoles de Alemania, los espacios cerrados como oficinas, salones, viviendas, entre otros, son los lugares de contagio. En cambio, dicen categóricamente, los lugares al aire libre como terrazas, parques, calles, etcétera, no son focos de infección. Impedir que la gente salga de sus casas y asista a estos lugares afirman, es puramente “simbólico” y contraproducente.
Las cuarentenas, advierten como si hablaran de Chile, “no evitan las reuniones secretas en lugares cerrados, sino que sólo aumentan la motivación para evadir aún más las órdenes del gobierno”, llevando a las personas a juntarse en interiores donde no los pueden ver propagando más el virus. Los mismos expertos indican que es un sinsentido utilizar mascarilla en espacios abiertos, pues la probabilidad de contagio es prácticamente nula. “Usar una máscara en la zona peatonal y luego tener una mesa de café en su propia sala de estar sin una máscara no es lo que nosotros, como expertos, entendemos por prevención de infecciones”, indicaron.
Lo que hay que hacer, sostienen, además de fomentar la vida al aire libre y restringir al mínimo la vida en espacios cerrados, en los que sí tiene sentido usar la mascarilla, es instalar filtros y otros mecanismos que limpien el aire en esos espacios. Los expertos señalaron también que en los períodos de vacaciones no se produjeron grandes eventos de contagio, a diferencia de los encuentros entre personas en lugares cerrados como buses, hogares de cuidado u otros.
Finalmente concluyeron que este cambio de política que enfatice la vida al aire libre y el cuidado en lugares cerrados llevará a mayor éxito al enfrentar la pandemia, y cerraron su carta con una reflexión que en nuestro país se ha encontrado casi totalmente ausente: “Si las medidas se comunican de manera adecuada, las personas recuperarán parte de su libertad de movimiento durante este momento difícil.”
¿Iremos a aprender algo de todo esto en Chile ante el evidente fracaso de las cuarentenas?