IA para el deporte en los barrios

Para mí, el deporte debe comenzar en el barrio, por ahí cerca la esquina de la casa. Por eso quisimos llevar la inteligencia artificial al deporte barrial.

Propusimos diseñar una aplicación móvil con un algoritmo para detectar talentos deportivos. La aplicación, llamada Estrella, tiene como objetivo encontrar esos talentos deportivos que nunca llegan a ser descubiertos por estar ocultos en los barrios. Valiéndose de la miniaturización de la tecnología como acelerómetros, giroscopios de tres ejes y sistemas de posicionamiento global que hoy incorporan los dispositivos móviles, es viable almacenar información en la nube relevante para reconocer una futura estrella deportiva.

Un teléfono móvil inteligente tiene la capacidad fácilmente de almacenar la duración y la velocidad de una persona haciendo un recorrido. Nuestra propuesta es calcular estadísticas a partir de esos datos como velocidad promedio, altitud, gradientes y así generar un perfil del deportista. El dispositivo móvil tendrá la tarea de cargar los datos a la nube accesibles al gobierno local, nacional o agencias internacionales. Los datos de los perfiles serán analizados constantemente por el algoritmo de inteligencia artificial, Estrella, con capacidad de izar una bandera al momento de reconocer capacidades de alto desempeño.

Fuimos más allá. Convencidos en que la institucionalidad debe llegar al barrio, y no el barrio a la institucionalidad, creamos los Centros de Deporte y Recreación - Cubos. Estos centros son espacios físicos dispersados entre la ciudad que serán la plataforma indicada para socializar el algoritmo Estrella y motivar la cultura deportiva en el vecindario. La infraestructura de los Cubos incluye monitoreo biométrico para la trazabilidad de asistencias y deserciones de niñas, niños y jóvenes, para que cada mamá y papá tenga certeza sobre el progreso deportivo de sus hijos, alejándolos de entornos violentos y acercándolos cada vez más a ser estrellas deportivas profesionales.

Jorge y su hijita Margarita, de nueve años, viven en un barrio subnormal de Cartagena. Con el celular prestado de la señora que vende minutos a orilla de la vía del corredor de carga, descargó la app Estrella para su hijita. Sus familiares y amigos conocían la zancada y rapidez de Margarita al subir las lomas de zahorra. Pero ese enero, con el celular en el bolsillo, y con los vecinos de testigos, Margarita de solamente nueve años registró una marca atípica para su edad. El algoritmo de inteligencia artificial diseñado para estos casos reveló la actividad y alertó al Ministerio del Deporte y al ente territorial para análisis. El camino como deportista de Margarita, niña que probablemente nunca iba a ser descubierta, comenzó con la ayuda de las nuevas tecnologías.

Esa fue la finalidad que nos propusimos al escribir el ambicioso proyecto de Ley de Cubos, que, con cuatro debates en el Congreso de la República y un consenso de las bancadas a favor del deporte colombiano, el 12 de julio del 2024 se sancionó como nueva Ley de la República. Y aunque Margarita sea un personaje que me inventé como ejemplo, la realidad del país es que hay muchas Margaritas por descubrir.