En un año preelectoral como el actual, muchos políticos -desde los que hoy gobiernan, hasta los que pretenden hacerlo- hablan de “defender” la libertad económica, pero muy pocos hablan de aumentarla. Si usted ha sido un lector recurrente de las columnas publicadas por Libertank cada miércoles en este diario, habrá podido darse cuenta que llevamos casi 40 columnas hablando sobre libertad económica. Empezamos definiendo que era, luego cómo ha generado progreso y bienestar en el mundo, más adelante hablamos de cómo mejoraba la vida de las personas en Colombia, contamos historias de empresas insignias, e hicimos algunas advertencias sobre propuestas populistas que están apareciendo y pueden destruirla.
Para entender con mayor profundidad a lo que me referiré en las próximas líneas lo invito a leer la primera columna que publicó Libertank. Puede leerla aquí.
La mejor forma de saber cómo estamos en algún tema es a través de índices elaborados con rigurosidad por entidades oficiales, centros de pensamiento u otras entidades reconocidas internacionalmente. Estos índices también nos permiten compararnos con otros países y deberían motivar a los gobiernos a una sana competencia para estar cada vez mejor en ellos. En el caso de la libertad económica hay principalmente dos índices: el que publica cada año la Heritage Foundation de Estados Unidos, y el también publicado anualmente por el Fraser Institute de Canadá, y estos miden cuatro aspectos importantes: i) El Estado de derecho, ii) Eficiencia regulatoria, iii) El tamaño del gobierno y iv) Los mercados abiertos.
En las próximas semanas en estas columnas, diferentes expertos analizarán el estado de Colombia en cada uno de estos cuatro aspectos.
Aunque en ambos índices nuestro país obtiene resultados similares, en posiciones a mitad de tabla con inmensos retos, y los dos son realizados con igual rigurosidad, en libertank nos gusta utilizar el de la Heritage Foundation al considerarlo más sencillo de leer y entender.
Colombia es considerado un país moderadamente libre, ocupando el puesto 49 entre 178 países, en donde el país más libre el Singapur y el más represado es Corea del Norte. Es el tercer país de Suramérica con mayor libertad económica después de Chile y Uruguay, y es el sexto si miramos el continente completo. Desde 1995 -fecha en la que se hizo esta medición por primera vez- nuestro país se ha mantenido en la categoría de moderadamente libre, excepto en los años 2014 a 2016 donde pasó a ser un país mayoritariamente libre, sin embargo, los escándalos de corrupción y la ineficiencia judicial hizo que rápidamente disminuyéramos de categoría.
Como se explicará en las próximas semanas, a nuestro país le va muy mal en eficiencia en la justicia, e integridad del gobierno; le va mal en derechos de propiedad, gasto público y carga tributaria; y le va regular en regulación empresarial y laboral, y libre comercio; y le va bien en libertad monetaria. Lo invito a leer las próximas columnas en donde expertos analizarán cada uno de los temas que afectan el estado actual de la libertad económica en Colombia.